UE y OTAN analizan hoy la veracidad del síndrome
La OTAN y la Unión Europea (UE) estudiarán esta semana qué hacer ante el pánico generalizado que ha suscitado el llamado síndrome de los Balcanes, por las enfermedades de medio centenar de soldados europeos (una docena de ellos, muertos por leucemia) que participaron en misiones en Bosnia (1994 y 1995) y Kosovo (1999), aunque no hay pruebas de que esos males hayan sido causados por el uranio empobrecido.
El COPS, comité político y de seguridad de la UE y principal órgano de la nueva estructura de defensa de los Quince, abordará hoy el tema en la reunión ordinaria de altos funcionarios de la UE. A ese encuentro, presidido por Suecia, que ocupa este semestre la dirección de la UE, no asistirá el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, que fue secretario general de la Alianza desde diciembre de 1995 a octubre de 1999. Mr. PESC desayunará hoy con su sucesor en la OTAN, George Robertson, y almorzará con el COPS. Solana no siempre asiste a las sesiones de este órgano. Robertson se entrevistará el proximo jueves con el primer ministro de Suecia, Goran Persson.
No es previsible que de la reunión de los Quince pueda salir algo más que la voluntad de intercambiar información y de expresar el compromiso de colaborar con la OTAN. Como mucho, señalan fuentes diplomáticas, se podría decidir establecer un comité de trabajo médico militar. Ayer, desde Estocolmo, el ministro de Defensa sueco, Björn von Sydow, manifestó que, pese a compartir la inquietud que ha generado el problema, principalmente en Italia, donde habrían fallecido ocho soldados, 'Suecia, como presidencia, no se va a definir hasta escuchar a los demás'.
El impacto del síndrome estará también presente cuando Persson reciba hoy por la mañana al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y a su equipo en pleno de comisarios en el primer acto oficial de la actual presidencia europea.
El ex primer ministro italiano es una de las voces más críticas sobre el tema al solicitar la apertura de una investigación comunitaria que esclarezca la verdad y sugerir la eliminación de este tipo de armas, cuyo empleo fue ya objeto de gran discusión durante la guerra del Golfo, hace diez años.
La postura de Prodi ha causado cierto malestar dentro de la OTAN. Los embajadores de los 19 países de la OTAN discutirán también hoy el tema en un almuerzo de trabajo, a petición italiana, y volverán a hacerlo mañana en la reunión semanal del Consejo Atlántico.
