La Ley de Enjuiciamiento Civil entra en vigor sin medios para ser aplicada
La nueva ley, que sustituye a la de 1881, contiene importantes novedades para agilizar los conflictos entre particulares, principalmente en materia de procesos matrimoniales, sucesorios, reclamaciones de deudas, desahucios o incumplimientos de contratos. De hecho, se podrá perseguir a los morosos por medio del proceso monitorio, que establece que las deudas de menos de cinco millones de pesetas se puedan cobrar de manera fácil y rápida sin necesidad de abogado ni de procurador.
Pero quienes van a tener que aplicar el nuevo texto temen que la falta de medios y de presupuesto, lejos de agilizar, desencadene un colapso en los juzgados. Los acuerdos tomados en las últimas semanas por diversas juntas de jueces y otros colectivos relacionan los problemas de aplicación de la LEC con la falta de magistrados, de medios materiales y de incrementos retributivos. Para empezar, ni siquiera están disponibles las 667 salas de vistas previstas para toda España.
El polémico proyecto de ley presentado en la anterior legislatura por la ex ministra Margarita Mariscal de Gante se convirtió en ley el 7 de enero de 2000, mejorado durante su tramitación parlamentaria, pero sin que durante el año transcurrido se haya provisto a la justicia de los medios requeridos por los principios de inmediación (presencia activa del juez) y oralidad (proceso predominantemente verbal), esenciales en la ley. En este escenario,
muchos jueces civiles han pedido su traslado a otras jurisdicciones.
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