Los 'bordillos' de goma sustituyen hoy a los conos del carril bus-taxi

El Ayuntamiento de Madrid comenzará hoy la retirada de los conos de plástico naranja que señalizan el carril bus-taxi y la colocación, en fase de prueba, de bordillos constituidos por pivotes fijos de goma, dando así por finalizada la campaña de tráfico organizada con motivo de las navidades. El concejal de Tráfico y Movilidad Urbana, Sigfrido Herráez, señaló que estos elementos se instalarán 'en una calle céntrica, con algún comercio y tráfico fluido'. 'Queremos empezar por algo ejemplarizante para la ciudad, no con lo más conflictivo', explicó. Con toda probabilidad, la vía elegida será la cuesta de San Vicente, en su recorrido hasta la plaza de España.

Herráez indicó, además, que desde su concejalía se pretende valorar la validez de estos nuevos pivotes de señalización, 'no sólo en cuanto a la movilidad, sino por su propia durabilidad y observando cómo se comportan ante el tráfico normal de una calle'. Asimismo, recordó que se retirarán los polémicos conos pero se mantendrán los ojos de gato (señales luminosas embutidas en la calzada) que ya existen, pues 'siguen funcionando óptimamente' . Estos pequeños faros que se encienden cuando los vehículos invasores del carril bus-taxi los pisan, se instalarán también en sitios como el paseo del Prado, frente al museo del mismo nombre, una zona que, 'desde el punto de vista estético, no admite otros elementos que no sean ésos, que van embutidos en la propia calzada', advirtió el edil.

Los conos de plástico, emblema de la campaña navideña de tráfico ideada por el Ayuntamiento capitalino, han resultado una dudosa herramienta para agilizar el tráfico en la ciudad, según conductores de taxis y autobuses urbanos consultados por este periódico. El informe elaborado por los técnicos municipales concluye que la frecuencia de paso de los autobuses se ha reducido y que los viajeros tardaron menos en llegar a su destino durante estos días de campaña que, por ejemplo, en el mes de noviembre. Sin embargo, los principales usuarios del carril bus-taxi, los conductores de estos vehículos, se quejaron de que la colocación de una barrera de conos entorpecía el tráfico y provocaba atascos en dicho carril.