Un ejemplo para no seguir
La reconstrucción de Ripoll fue la primera gran intervención realizada en el patrimonio monumental y esto, explica la historiadora Concepció Peig, justifica en parte su carácter ahistoricista. Lo importante, opina, es sacar enseñanzas del pasado, para no repetirlo. La manera de enfocar la arquitectura románica de Peig se centra en el espacio y su función en la arquitectura monástica de los siglos X y XI en Cataluña, algo que, señala, está muy poco estudiado. La mayoría de autores, afirma, siguen tomando como punto de referencia para esta época los estudios que Puig i Cadafalch realizó en su día, a principios del siglo XX, cuya metodología era básicamente formalista, basada en la planta de los edificios.
Peig es partidaria de introducir otras metodologías y apuesta principalmente por un estudio interdisciplinario en el que cuenten igual la documentación original, la arqueología, la historia, la arquitectura y los estilos artísticos. 'Un edificio es como una persona viva y tienes que aprender a interpretar cuál es su propia personalidad. Toda restauración exige un estudio previo en el que pueda evaluarse el edificio desde estas diferentes perspectivas, de manera que el resultado final sea claro y riguroso, lo cual no impide que pueda optarse por un cambio en su función de uso'. Respetuosa con el trabajo realizado en el pasado por otros especialistas y temerosa de cualquier mala interpretación política de su trabajo, Peig aboga simplemente por que las nuevas restauraciones dispongan de un equipo multidisciplinario y un mayor respeto por los restos originales del pasado. En otras palabras, que no se repita lo de Ripoll.
Exposición
Comparar y aprender del pasado era, precisamente, uno de los objetivos del seminario sobre los monasterios que organizó el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) el pasado mes. En las jornadas, que fueron seguidas por un centenar de profesionales, unos 30 arquitectos e historiadores explicaron sus experiencias en la rehabilitación o restauración de monasterios europeos, algunos para mantener su antigua función y en otros casos para adaptarla a nuevos usos.
De forma paralela al seminario se presentó la exposición Monestirs en la sede del COAC (plaza Nova, 5. Barcelona), abierta hasta el 13 de enero, con documentación, planos y fotografías de la evolución de los monasterios catalanes divididos en función de las reglas monásticas, que eran las que definían su arquitectura. La exposición, que será itinerante, consta de paneles fotográficos y planos de unos 30 monasterios catalanes, y en ella destaca, precisamente, un apartado con los planos originales de los proyectos de Rogent y Sureda para la restauración de Ripoll, que incluye también fotografías del estado del edificio antes de su reconstrucción.
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