Las huellas dactilares halladas en el coche bomba no revelan la identidad de los etarras

El análisis de las huellas halladas en el coche bomba cargado con 13 kilos de explosivos con el que ETA pretendía atentar en Barcelona el pasado 20 de diciembre no ha revelado la identidad de los terroristas que asesinaron al guardia urbano Juan Miguel Gervilla cuando les sorprendió empujando un coche en la avenida Diagonal. Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron que, una vez concluido el análisis de las huellas encontradas en el automóvil Fiat Uno de color rojo cargado con explosivos, no se ha podido determinar la identidad de los terroristas. La policía encontró también huellas dactilares en un cargador de pistola que los etarras perdieron en su huida tras asesinar al policía municipal.

Estas huellas fueron los primeras pistas materiales que la policía obtuvo acerca de los miembros del comando etarra que opera en Barcelona. Su accidental y trágica actuación del 20 de diciembre, provocada por la avería del automóvil que destinaban a atentar probablemente contra alguna personalidad relevante, permitió que fueran vistos por algunas personas. Todo ello llevó al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, a expresar su esperanza en que se pudiera identificar a estos miembros de ETA. El hecho de que las huellas no hayan permitido la identificación significa que se trata de terroristas no fichados por la policía.

De momento, mediante el estudio de las huellas tampoco se ha podido determinar la identidad de los terroristas que el día 31 de diciembre de madrugada colocaron un coche bomba con 160 kilos de dinamita en Sevilla, indicaron las mismas fuentes, que no obstante precisaron que todavía no ha finalizado el análisis de este vehículo.