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Madrid quiere que los usuarios paguen las obras del embalse de Herrerías

El País

El Gobierno central quiere que la construcción del embalse de Herrerías, que se convertirá esta década en el tercer sistema de abastecimiento de agua del Gran Bilbao, sea financiada por los usuarios, a través de la factura del agua. En las reuniones que ha mantenido con los organismos vascos para avanzar en la gestación de este proyecto, la Confederación Hidrográfica del Norte, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha planteado que los ciudadanos sufraguen entre el 25 y el 50% del presupuesto de construcción, que ahora se calcula en 9.000 millones de pesetas. El coste global del proyecto se elevará hasta los 24.500 millones.

Las instituciones vascas se oponen a esta pretensión y piden el cumplimiento del Plan Hidrológico de 1994, en el que el embalse de Herrerías fue calificado de proyecto de interés general y, por tanto, su construcción sería financiada en exclusiva por el Estado. El resto de las obras (las conducciones y los bombeos que lleven el agua a las depuradoras, calculadas en 14.500 millones) corresponderían a las instituciones vascas y en ellas si podría implicarse a los ciudadanos a través de los recibos del agua.

Este embalse, que se ubicaría en el límite entre Álava y Burgos, es la última de las seis grandes infraestructuras acordadas para Euskadi en el Plan Hidrológico Nacional de 1994. Sin embargo, aún está en una fase embrionaria: ni siquiera se ha empezado a redactar el proyecto y únicamente existe un estudio enviado a las instituciones vascas para que presenten sus alegaciones.

La presa de Herrerías, también llamada Erbi, se concibió para hacer frente a situaciones como la sequía de finales de los 80. Su capacidad prevista será de 50 millones de metros cúbicos de agua y se convertirá así en la tercera fuente de abastecimiento del área metropolitana de Bilbao. Tendrá la tercera parte de agua que los embalses de Zadorra -que nutren de agua al Gran Bilbao desde 1966- y más del doble que Ordunte, en funcionamiento desde 1936, los dos sistemas actuales que proporcionan el agua al millón de habitantes de la metrópoli bilbaína, cuyo consumo anual es de 150 millones de metros cúbicos.

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