Y nosotros nos iremos...
El villancico, en oposición al aguilando y a los campanilleros, es de entrada más culto en Andalucía, aunque en su origen castellano también fue profano y popular. Ni siquiera cuando entró en las iglesias (donde se le dotó de estructuras polifónicas) debió perder sus primitivas querencias, pues llegó a prohibirse en los templos a mediados del XVIII. El duelo entre lo culto y lo popular llega hasta nuestros días, si compiten en él asuntos de lo más llano con otros de elevada factura teológica. También la diferencia es perceptible, aunque ya menos, en la métrica empleada.
Las letrillas de arte menor acusan una fuente más del común, mientras que otras combinaciones más complejas, hasta con un remedo del villancico original en copla, estribillo y vuelta (que ya era una simplificación del zéjel) y contenidos más navideños, revelan una génesis claramente culta, e incluso eclesial: 'Dime niño de quién eres / todo vestido de blanco. / Soy de la Virgen María / y del Espíritu Santo. / Resuenen con alegría / los cánticos de mi tierra / y Viva el Niño de Dios / que nació la Nochebuena. La Nochebuena ha venido, la Nochebuena se va. / Y nosotros nos iremos / y no volveremos más.' Esta última copla, sin embargo, será estribillo en otras composiciones. El envolvente cristiano, como decíamos al principio, ha convertido todo este rico caudal en una amalgama de lo más versátil, que lo hace parecer todo una misma cosa.
Vano empeño sería por nuestra parte amagar siquiera una clasificación formal o temática de un acervo cuya magnitud alcanza proporciones extraordinarias. 22.000 letras de villancicos lleva ya compiladas Paul Laird, de la Universidad de Kansas, muchas de ellas españolas.
Sirvan como mero indicio de tal variedad éstas, que reproducimos por más antiguas: 'La Virgen se está peinando / al pie de Sierra Morena. / Los cabellos son de oro / y las manos de azucena'. 'San José tenía celos / del preñado de María. / Y en el vientre de su madre / el niño se sonreía'. 'Esta noche es Nochebuena / y no es noche de dormir, / que está la Virgen de parto / y a las doce ha de parir'. 'Los pastores, que supieron / que el Niño quería fiesta, / hubo pastor que rompió / tres pares de castañuelas'. 'La Virgen hizo unas gachas / de pepitas de pimiento. / Y San José le decía: ¡ole tu entendimiento!'. 'La Virgen está lavando / debajo de una jiguera. / Los pajaritos cantaban / al son de la lavandera'. 'Cuando la Virgen fue a misa / al templo de Salomón, / el vestido que llevaba / era de rayos de sol'. 'Traigo ramilletes / de un lindo rosal. / Un año que viene / y otro que se va'. 'La Virgen es panaera / y San José carpintero. / Y el niño recoge astillas / para cocer el puchero'. 'San José, tenme a este niño / mientras enciendo candela. / Y San José le responde: / quien lo parió que lo tenga'.
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