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El PSOE examina a sus agrupaciones para aumentar su rendimiento político

Anabel Díez

El proyecto elaborado por la cúpula del PSOE está concebido como un 'plan de calidad', que previamente examinará las funciones de los militantes, de sus dirigentes y de su relación con la sociedad. La mayoría de los nuevos dirigentes socialistas conocen bien el partido, tienen muy claro que las agrupaciones han de servir para canalizar las demandas de los ciudadanos y para obtener su confianza en los comicios, y son conscientes de que ahora todo eso no funciona como es deseable. Ésa es la reflexión que transmiten varios miembros de la Ejecutiva Federal para explicar el proyecto puesto en marcha por el responsable federal de Comunicación Interna del PSOE, el sociólogo Enrique Martínez. Éste llevará a cabo un ensayo en 30 agrupaciones, de casi todas las regiones de España, cuyo resultado se evaluará en la Conferencia Política que celebrará el PSOE en la próxima primavera.

Si la prueba funciona bien, el plan se aplicará en las 4.000 agrupaciones, con ánimo de que las mejoras resultantes contribuyan a la obtención de unos buenos resultados en las elecciones municipales y autonómicas de 2003. 'Se trata de recoger por todo el país la mejor información posible sobre las necesidades de los ciudadanos, que ya no son la construcción de más polideportivos ni el asfaltado de calles, para elaborar con esos datos nuestra oferta política', según el responsable de Comunicación Interna.

Aunque la cifra real de militantes del PSOE es todavía desconocida, 'como en todos los partidos', según los dirigentes socialistas, estos señalan que si en el 'plan de calidad' colaborasen 15.000 o 20.000 'ya sería un éxito'. Para obtener el retrato exacto de la organización, cada agrupación realizará una autoevaluación conforme a un cuestionario que ocupa 25 folios.

El cuestionario incluye preguntas sobre si 'dispone la agrupación de una carta o catálogo de servicios en los que se especifiquen los compromisos asumidos con los ciudadanos en su ámbito territorial', 'cuántas sugerencias o propuestas de los ciudadanos recibe mensualmente' y 'cuál es el porcentaje de sugerencias o propuestas de los ciudadanos contestadas por la agrupación'. También se les pregunta 'si evalúa periódicamente el grado de satisfacción de los ciudadanos' con la actividad de la Casa del Pueblo, denominación que reciben las sedes locales del PSOE.

En el cuestionario realizado para evaluar a las agrupaciones también se les pregunta si 'los responsables y cargos electos de la agrupación establecen y comunican expresamente al resto de los afiliados los objetivos concretos a alcanzar por la organización en un periodo de tiempo determinado'. En otro apartado se pide a los militantes que 'valoren el grado de accesibilidad y capacidad de escucha y comprensión de los responsables y cargos electos de la agrupación respecto de las opiniones y sugerencias del resto de los afiliados'. Asimismo, se les interroga sobre si sus dirigentes y cargos electos han impulsado programas concretos de actuación interna o de iniciativas 'en áreas de interés para los ciudadanos'.

Estas preguntas están motivadas por el hecho de que, salvo excepciones, en el PSOE los militantes son los que votan a aquéllos que van a ser los representantes de los ciudadanos en los ayuntamientos, comunidades autónomas y parlamentos.

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A esa autoevaluación de las bases del PSOE le seguirá un plan de trabajo que será aplicado en todas las agrupaciones socialistas y que aprovechará los medios que ahora proporciona la informática. Las treinta agrupaciones escogidas para realizar el plan piloto ya han recibido un ordenador.

Enrique Martínez subraya: 'El Plan de Calidad permitirá que todos los afiliados puedan trasladar a la organización sus habilidades y experiencias, sin olvidar nunca que los militantes del PSOE estamos en política para cambiar un mundo que nos parece injusto y creemos en la utilidad de los partidos para convertir los valores y las ideas de las personas en realidades'.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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