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Asesinado de dos disparos el portero de un bar de 'karaoke' del distrito Centro

Unos clientes de origen chino a los que la víctima echó el día anterior prometieron vengarse

F. Javier Barroso

El portero de un bar de karaoke de la calle del Maestro Guerrero, en el distrito de Centro, Rafael Ángel Barrero García, de 23 años, falleció ayer tras recibir dos disparos mortales efectuados por un pistolero al que acompañaban otros dos individuos, todos ellos de origen chino, según informó la Jefatura Superior de Policía. Los proyectiles alcanzaron al empleado en el pulmón y el pecho, causándole la muerte. La víctima había expulsado el día anterior a tres clientes chinos que agredieron a un camarero. Se marcharon, pero le dijeron que habría venganza.

"Muy tranquilo"

Los hechos ocurrieron sobre la 1.30 en el karaoke Do Re Mi, de la calle del Maestro Guerrero número 1. Los tres ciudadanos chinos entraron en el local empuñando las armas: una pistola del calibre 6,35 milímetros y un par de cuchillos. Se dirigieron directamente al portero del local y le golpearon con la culata del arma. Tras ello, el que llevaba la pistola le descerrajó cinco tiros. Tres de las balas impactaron en las paredes del local. Otras dos alcanzaron a Rafael Ángel Barrero.La víctima no pudo defenderse, según explicaron los testigos. Cayó con los ojos cerrados y dejó de respirar. Su hermano, de 19 años, estaba a su lado y lo recogió. Los agresores, en silencio, lanzaron una mirada desafiante a los clientes del karaoke y huyeron a la carrera por la calle de los Reyes.

Entonces se produjo una gran avalancha de clientes hacia la calle, según vio el dueño de un restaurante próximo. "Creí que era una pelea, como tantas que hay en ese bar, pero al ver llegar a una ambulancia del Samur, que entró por dirección prohibida, pensé que había ocurrido algo grave", señaló el propietario.

Un agente de la Policía Municipal que estaba fuera de servicio se acercó al Do Re Mi al ver el revuelo. Intentó atender a Rafael Ángel Barrero hasta la llegada de una UVI móvil del Samur-092. Sus facultativos intentaron reanimarlo durante más de media hora, pero no lograron sacarlo de la parada cardiorrespiratoria que sufría. Sólo pudieron certificar su muerte.

El dueño del local explicó a la policía que Rafael Ángel Barrero había tenido el día anterior una discusión con un grupo de clientes de origen chino. Éstos habían iniciado una pelea y empezaron a meterse con un camarero. Tras las palabras pasaron a los hechos y le arrojaron un vaso. El portero les obligó a abandonar el karaoke. Los clientes se enfadaron y amenazaron al empleado con volver para vengarse, según explicaron fuentes policiales.

Los empleados del local declararon a la policía que los tres chinos que dispararon a Rafael Ángel Barrero no eran los mismos con los que se enfrentó la noche del jueves al viernes. La policía sospecha que podría tratarse de sicarios enviados por los clientes.

El padre del fallecido, Rafael Barrero Villar, describió a su hijo como "una persona tranquila y extraordinaria", que nunca se metía en problemas. Trabajaba en el karaoke desde hacía un año y medio, y nunca había tenido ningún problema destacable, según su progenitor."Su madre le había dicho que dejara ese trabajo, porque era muy peligroso. Él lo sabía, pero no quería dejarlo, porque tenía mucha amistad con el dueño. Ya no era sólo una relación laboral con el dueño", señaló el padre. Éste no lograba entender que, por una discusión previa, su hijo hubiera muerto.

"Había tenido algunas peleas, pero nada serio. Sacaba a los clientes a la calle y ahí se quedaba el problema", explicó Rafael Barrero Villar. "A nadie le entra en la cabeza que entren tres locos en un bar y se líen a disparar a todo lo que pillen y que, por desgracia, le tocara a mi hijo".

Rafael Ángel Barrero nació en Avilés (Asturias). Cuando tenía ocho años, toda su familia se trasladó a la capital. En realidad, su hermana -era el mayor de tres hermanos- nació en Madrid. Estudiaba algunas asignaturas sueltas de COU. Hace unos meses había tenido un accidente con el coche. Se buscó un segundo trabajo para poder arreglarlo. Cuando salía de trabajar en el karaoke, se iba al RACE como verificador de accidentes. "Trabajaba mucho y se sacrificaba por salir adelante", comentó su padre.

Gran aficionado a las motos, tenía pensado montar un negocio de importación y exportación junto con unos amigos.

Éste no es el primer suceso que se registra en el karaoke de la calle del Maestro Guerrero. El 29 de mayo de 1997, dos chinos resultaron heridos (uno de ellos tiroteado y el otro apuñalado) en un enfrentamiento entre dos bandas de orientales.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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