Pastrana culpa a las FARC del asesinato de Turbay

El presidente de Colombia, Andrés Pastrana, aseguró ayer que hay "serios indicios" de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) asesinaron al congresista Diego Turbay Cote y advirtió de que, de confirmarse, se pondría en riesgo el proceso de paz (actualmente bloqueado) con el grupo guerrillero. El congresista fue asesinado el viernes junto a su madre, de 65 años, y otros cinco acompañantes en el departamento de Caquetá, una zona muy conflictiva con fuerte presencia de la guerrilla, los paramilitares y el narcotráfico. El lugar del múltiple crimen está a apenas 35 kilómetros de la zona de distensión donde se adelantan los diálogos de paz entre el Gobierno y las FARC. Ejército y policía insisten en acusar a esta guerrilla, y aseguran que han entregado varias pruebas a la fiscalía. El DAS (Departamento Administrativo de Seguridad, la policía secreta) no descarta, sin embargo, que los paramilitares sean los autores de los asesinatos. Las negociaciones de paz con las FARC están bloqueadas por decisión unilateral de la guerrilla, quien acusa al Ejecutivo de no hacer nada para detener el creciente poder de los paramilitares.

La imagen de los siete cadáveres ha conmovido al país y generó fuertes reacciones de políticos y analistas. Hay coincidencia: la masacre es un duro golpe a la paz y deslegitima cualquier propósito político de quienes la hayan realizado. Colombia termina el año con cifras alarmantes de violencia: 38.820 víctimas, un 7% más que las registradas en 1999. De los 25.000 homicidios, el 10% fue por violencia política. Las masacres, la mayoría cometidas por los paramilitares, dejaron 1.226 víctimas.