La oleada emigratoria afecta a varios países de América Latina
España es uno de los países preferidos en las peticiones de visados en Venezuela y Ecuador
Las remesas de dinero enviadas desde el exterior por los emigrantes ecuatorianos son la segunda fuente de divisas del país andino y alcanzan en el año que termina los 1.205 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Ecuador (BCE). Ningún país de América Latina ha experimentado un éxodo de las proporciones de Ecuador, en relación al número de habitantes, de donde han emigrado más de medio millón de personas en los últimos dos años.
Evasión de capitales
El estudio del BCE destaca que en este periodo, el destino de la emigración ecuatoriana, que en el mismo periodo representa el 4% de la población, ya no es exclusivamente Estados Unidos. España, Italia y Reino Unido son los países elegidos mayoritariamente debido a la relativa facilidad e ingreso y a un mercado laboral supuestamente mejor remunerado.Scott Rauland, agregado cultural de la Embajada estadounidense en Quito, señala que de las 46.000 solicitudes de visado recibidas a lo largo del año 2000 sólo han sido concedidas 4.600, ya que, según dice, la mayoría presentó documentos falsos. Las cifras facilitadas por el Consulado español dan cuenta de la concesión de 5.457 visados en 1999, mientras que en los ocho primeros meses del año 2000 se tramitaron 18.015 solicitudes y se concedieron 5.829 visados.
Las escenas de ríos humanos se repiten a diario en los consulados de España y Estados Unidos y en el aeropuerto de Quito. La gravísima crisis económica, que le costó el puesto al presidente constitucional Jamil Mahuad, derrocado en un golpe incruento, ha provocado el mayor éxodo de la historia de Ecuador y ha convertido el país andino en el primero de América del Sur que adopta el dólar como moneda nacional. En España, las últimas oleadas de ecuatorianos han roto los patrones migratorios, ya que muchos de ellos se están insertando en actividades agrícolas en Andalucía, por encima del sector servicios.
Venezuela, que tradicionalmente ha sido tierra de asilo de emigrantes europeos y latinoamericanos, vive desde finales de 1998 la segunda ola migratoria de la década. La victoria aplastante del coronel golpista Hugo Chávez en las elecciones de diciembre de hace dos años disparó primero la salida de capitales venezolanos. Desde su investidura, en febrero de 1999, el flujo de venezolanos al extranjero no ha cesado. Estados Unidos es el destino por excelencia. 600.000 venezolanos tienen la residencia en EE UU, según datos del Servicio de Inmigración y Naturalización. La gran mayoría -unos 400.000- vive en Miami, y el resto se reparte entre Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Atlanta.
Las solicitudes de visado para España han experimentado un aumento del 60% con relación a 1999, según Miguel Oliveros, cónsul general adjunto en Caracas.
El dinero evadido por venezolanos en los últimos 20 años asciende a 100.000 millones de dólares, según fuentes policiales. El presidente Chávez ha intentado en vano atraer ese capital de vuelta con llamamientos como: "Vengan a invertir a Venezuela". El cambio de las estructuras del Estado -la llamada revolución chavista- y la crisis económica son los factores determinantes de la ola migratoria."Hay países con una verdadera eclosión migratoria", señala Lelio Marmora, de la Organización Internacional para las Migraciones. Es el caso de Perú y Ecuador. En estos momentos hay peruanos -unos dos millones en total- en Bolivia, Chile, Brasil, una emigración masiva hacia Europa y Estados Unidos e incluso hacia Japón.
Brasil, que hace diez años se consideraba como un país solamente de inmigración, admite hoy tener fuera de sus fronteras un millón y medio de emigrantes, repartidos entre EE UU, Europa y Japón.
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