Los vizcaínos pagarán más por sus ganancias con la venta de acciones y fondos

Reproches entre PNV y PP

Los vizcaínos serán el próximo año los únicos contirbuyentes que paguen más impuestos por las plusvalías obtenidas con la venta de acciones o fondos de inversión. Las Juntas Generales de Vizcaya aprobaron ayer, con los votos de PNV, EA y PSE-EE, mantener la tributación del 20% para las ganancias generadas con inversiones de capital con más de dos años de antigüedad, frente al 18% y un año de antiguedad que se aplicará en el resto. La patronal Confebask calificó de "deplorable" que haya distintas normas fiscales en los tres territorios.La pugna política de Euskadi ha tenido su traslado a Vizcaya durante este mes. El pasado día 13 el equipo de gobierno PNV-EA vio rechazada la reforma fiscal que ya había sido aprobada por el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT), donde se sientan las tres diputaciones y el Gobierno vasco, y que fue ratificada por las instituciones forales de Guipúzcoa y Álava. En ella se establecía la elevación de la aportación máxima desgravable a planes de pensiones hasta 1,2 millones o el 25% de la base imponible (frente al millón y el 20% actual), la exención en el impuesto de patrimonio de la vivienda habitual hasta 25 millones, o la reducción en un 2% del gravamen por plusvalías en el impuesto de la renta de 2001. Toda la oposición (PP, PSE, EH e IU) se unió para rechazar esta reforma, lo que creó incertidumbre entre los contribuyentes que ahora apuran sus cálculos de desgravaciones fiscales.

El PP, que había aprobado estos cambios en Álava y Guipúzcoa, no hizo lo mismo en Vizcaya argumentando que el PNV introdujo en la norma la subida de tasas y precios públicos "sin pasar por el trámite presupuestario". Por ello, presentó en la siguiente semana una norma igual a la rechazada sin incluir estos conceptos, pero el PNV se adelantó y pactó con los socialistas una reforma que tiene un peor tratamiento a las plusvalías y un mejor trato a los planes de pensiones.

El texto consensuado con los socialistas, ratificado definitivamente ayer para que entre en vigor el 1 de enero, deja en el 20% la tributación de las plusvalías, eleva hasta 30 millones (cinco millones más que la propuesta inicial) el límite de la exención de la vivienda habitual en el impuesto de patrimonio y establece en 1,3 millones (100.000 pesetas más que en el texto del PNV) la desgravación máxima en planes de pensiones. Junto a ello se mantienen las medidas presupuestarias censuradas por el PP sobre las tasas y precios públicos.Ina Etxebarria (PNV) censuró en el pleno de ayer la estrategia de los populares para "derrotar al gobierno foral", porque luego presentaron una propuesta "que se encuentra íntegramente en el primer dictamen que rechazaron". Carlos Olazabal (PP) insistió en que los vizcaínos serán los perjudicados de la actitud peneuvista, a quienes acusaron de incluir asuntos presupuestarios ante la previsible prórroga de las cuentas de 2001. Josu Montalbán (PSE) se mostró parcialmente satisfecho de apoyar la nueva reforma. "Lo que nos ha llevado a votar afirmativamente ha sido la introducción de las modificaciones que sugerimos". EH, que estuvo en el pleno, no participó en ninguna de las votaciones.