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SIGFRIDO HERRÁEZ - CONCEJAL DE MOVILIDAD

"Con los conos tenía que arriesgarme, aunque luego algunos pidan mi dimisión"

Antonio Jiménez Barca

Sigfrido Herráez, de 36 años, concejal de Movilidad (PP) desde mayo, atraviesa su prueba de fuego: el macroatasco madrileño en Navidad. Para mitigarlo decidió aislar los carriles-bus, frecuentemente invadidos por vehículos particulares, con unos conos rojos criticados por unos y alabados por otros. El concejal se muestra satisfecho con sus carriles-cono y aporta datos de los informes de la Empresa Municipal de Transporte (EMT): "Los autobuses que han circulado por los conos llegan cinco minutos antes a su destino". Pregunta. ¿Está satisfecho con los conos?

Respuesta. Pues sí. Era más fácil no arriesgarse y no hacer nada. Lo de poner los conos ha sido un lío, pero el resultado es satisfactorio. Aunque hay fallos, claro. No olvidemos que era una prueba. Ahora, en su lugar, pondremos unas plataformas móviles con el mismo objetivo: proteger los carriles-bus. Estarán a prueba el día 8 de enero, porque es un aparato nuevo y tal vez dé problemas, tenemos que ver si se rompe o no...

P. ¿Las van a poner en las mismas calles que los conos?

R. En las mismas calles y en más. Estamos pensando en instalarlos también en el paseo de Extremadura y en la calle de Alcalá, a la altura de Ciudad Lineal.

P. ¿Qué fallos ha descubierto en los conos?

R. Problemas con la carga y descarga o con las paradas de taxis y autobuses. Pero ya estamos pensando en las soluciones.

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P. ¿Cuáles son?

R. Ganar espacio en las aceras de algunas calles para poner ahí la carga y descarga o algunas paradas de autobuses. No se trata, cuidado, de restar espacio al peatón. Se hará sólo en calles que lo permitan, que sean anchas. Ya hemos visto que Serrano, por ejemplo, permite morder en la acera en espacios situados entre los árboles. Vamos a estudiar el resto de las calles donde se han puesto conos para ver dónde más se pueden poner zonas especiales para paradas de autobuses o de carga y descarga.

P. Ha habido muchas críticas a los conos: por inutilidad, por estorbo...

R. También ha habido opiniones favorables. En una reunión, Eladio Núñez, presidente de la Asociación Gremial del Taxi, que yo creía que iba a hundir la propuesta, dijo que estaba de acuerdo y añadió que por fin alguien se atrevía a hacer algo.

P. El PSOE colocó hace diez años unas barreras de cemento que separaban los carriles-bus. El PP lo criticó y luego, cuando llegó al poder, los quitó. Ahora critican que ustedes hagan lo mismo con los conos, pero mucho más tarde.

R. Nosotros lo hemos planteado más a fondo. Los carriles-bus están más despejados. Mire, yo lo de los conos podía no haberlo hecho. Se hubieran hecho críticas genéricas al lío del tráfico en Navidad y ya estaba. Pero prefiero arriesgarme. Con los conos tenía que arriesgarme, aunque luego algunos pidan mi dimisión. Si no te arriesgas, te resignas, y el tráfico en Madrid tiene solución.

P. ¿Cree sinceramente que tiene solución?

R. Sí, pero con respuestas parciales y consenso. El transporte público tiene su solución, y la carga y descarga también. Pero para eso se necesita consenso. Y no hablo sólo de un consenso entre partidos políticos. Por ejemplo, en la carga y descarga, si no están de acuerdo los transportistas con las normas y medidas, pues apaga y vámonos, que ya puedes poner todas las ordenanzas que quieras, que no van a resultar. Pero el tráfico tiene solución y eso es muy importante para los madrileños, porque es algo que les afecta mucho. Sólo hay que ver el mogollón que se monta cada vez que se toma una medida de tráfico. El interés es máximo.

P. ¿Y cómo va a terminar con el que aparca en el carril-bus, deja las luces parpadeantes y se va, haya o no conos?

R. Con ése, la multa. Pero para eso hay que reforzar la policía. Ahora bien: una gran parte de nuestros agentes se dedica a la seguridad ciudadana, y eso no ocurre en otras ciudades. Tendrían que dedicarse al tráfico. Aunque eso no le guste al delegado del Gobierno.

P. La oposición le acusa, precisamente, de fomentar poco el consenso.

R. ¡Ya! Eso salió por la última convocatoria de la Mesa de Movilidad [reunión que integra, además de a los partidos políticos, a diversos colectivos urbanos para discutir medidas a fin de solucionar el tráfico]. Allí es verdad que no discutí las medidas que tenía pensado aplicar en Navidad, pero es que ése no era el sitio adecuado. La Mesa para la Movilidad está para otra cosa. Agrupa a 80 personas y ahí se debe discutir, por ejemplo, si en el Ayuntamiento decidimos fomentar el uso de la motocicleta, si hacemos o no carriles-bici, sobre si se regula la carga y descarga de otra manera o si se tiene que dar más preponderancia al peatón. De ahí saldrá un gran pacto por la movilidad en Madrid. El llamamiento al consenso está por encima de los partidos. No se puede hablar del mundo del taxi sin contar con los taxistas, por ejemplo.

P. ¿Va a potenciar el Ayuntamiento la moto?

R. Se está estudiando. Caben mil maneras de promocionarla. Pero aún no se han concretado. Hay ciudades en las que los carriles-bus y taxi son para las motocicletas. Yo creo que la campaña debe ir en positivo, es decir, encaminada a apoyarla incluyendo mensajes de prevención. La motocicleta es beneficiosa, tanto desde el punto de vista del tráfico como del medioambiente.

P. ¿Pero se hará algo más que promocionarla?

R. Ya se verá. Se trabajará mucho con motos eléctricas. Vamos a ver si es útil para la ciudad. Caben muchas posibilidades. Otra cosa que se hará será potenciar la EMT.

P. ¿En qué medida?

R. En la que haga falta y se pueda. Si son 50 autobuses más al año, mejor. Ahora hay un buen servicio, pero queremos que sea magnífico.

P. ¿Cuándo se van instalar los parquímetros en la zona ORA de la ciudad?

R. Este año arrancan. Ese tema lo lleva directamente la concejal de Policía, María Tardón, pero puedo asegurar que el concurso se convocará en los próximos tres meses. Hay que decir, eso sí, que no vamos a ser la última capital española en implantar el sistema, pero casi. La medida es buena y estará en marcha después del verano. En resumen, funcionará así: empleados de una empresa privada se encargarán de vigilar los coches mal aparcados y de transportarlos en la grúa. Pero el levantamiento de los coches lo efectuarán agentes de la Policía Municipal. En otras ciudades lo hacen también los privados, pero no nos parece lo correcto. Pero para eso, repito, hace falta más policía destinada a las labores de tráfico.

P. ¿Y para cuándo la venta a perpetuidad de las plazas de aparcamiento para residentes, que ahora sólo se disfrutan en régimen de concesión?

R. Ahí hay un problema legal. Hay objeciones, porque no está todavía muy claro que se pueda vender el suelo público -el subsuelo de Madrid es público- a particulares. Y por eso no está aún claro que ese suelo pueda ser vendido a perpetuidad y que la plaza pueda ser heredada. Está encima de la mesa, aunque yo estoy seguro de que se solucionará. Eso sí: tenemos que sentarnos la concejal María Tardón; el edil de Hacienda, Pedro Bujidos, y yo para fijar el precio, que rondará las 200.000 pesetas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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