El autor del atentado de Oklahoma logra que un juez adelante su ejecución

Timothy McVeigh, de 32 años, desea que se le aplique la pena de muerte que le fue impuesta por el atentado de 1995 en Oklahoma, con 168 muertos y más de 500 heridos, el más grave que ha sufrido EE UU. El juez decidió ayer que el reo está en perfectas condiciones mentales de renunciar a todos los recursos y le dio hasta el 10 de enero para cambiar de idea. Si pasa la fecha sin apelaciones, el juez pedirá al organismo correspondiente que fije el día de la ejecución.La vista se celebró por circuito cerrado en Denver. McVeigh hablaba desde la cárcel de máxima seguridad de Terre Haute, en Indiana. "Usted está tomando hoy una decisión que puede ser la última sobre su futuro", le dijo el juez. "Lo sé. Es lo que hago ahora. No me veo cambiando de idea el 11 de enero", respondió el reo.

McVeigh no explicó por qué renuncia a sus derechos aunque manifestó que se reserva el de pedir clemencia el presidente, que entonces será George W. Bush. McVeigh nunca ha reconocido su participación en la matanza de Okhaloma y ha perdido dos apelaciones anteriores.

Él y su cómplice, condenado a cadena perpetua, pretendían con el atentado provocar una reacción popular contra el Gobierno, al que responsabilizan de las decenas de muertes de la secta davidiana de Waco (Tejas), en 1993.