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ERC pide que la renuncia del síndico mayor no paralice la actividad de la institución

La decisión de Ferran Termes de renunciar a sus responsabilidades como síndico mayor de la Sindicatura de Cuentas, el órgano que fiscaliza la gestión económica del sector público en Cataluña, ha abierto una situación de estancamiento que corre el riesgo de ralentizar las tareas de control de esta institución, dependiente del Parlament. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pidió ayer en este sentido que, pese a la situación de interinidad que vivirá la sindicatura hasta que se nombre al sustituto de Termes, los actuales síndicos "adelanten sus importantes labores de control y auditoría de instituciones o de ámbitos como los fondos ocupacionales".Ferran Termes, que había sido reelegido como síndico mayor el pasado 3 de noviembre, había tenido que hacer frente a críticas por su labor a la hora de investigar la gestión de los fondos ocupacionales por el Departamento de Trabajo de la Generalitat. Termes, cuya candidatura auspiciada por Unió Democràtica de Catalunya (UDC) había obtenido finalmente los votos favorables de los miembros de CiU y de ERC y la oposición de los propuestos por los socialistas y el PP, había calificado de "injustas" estas críticas. La Sindicatura de Cuentas "tiene la misma plantilla que hace cinco años y, sin embargo, tiene mucho más trabajo", se había justificado.

El portavoz de ERC en el Parlament, Josep Huguet, lamentó la renuncia del síndico mayor y atribuyó su decisión a "la situación de bloqueo por la que pasa la institución, seguramente debida a la falta de cohesión entre los síndicos". Huguet calificó los nueve años de Termes al frente del órgano de fiscalización de "positiva", y agradeció un gesto que "facilitará la creación de una sindicatura más cohesionada de cara al futuro".

Renuncia tras las vacaciones

Termes, de 75 años de edad, presentará su renuncia formal ante el Parlament después de las vacaciones navideñas en medio de la ingobernabilidad en la que se encuentra este órgano y alegando "razones estrictamente personales" y de "cansancio", según publicó en su edición de ayer el diario La Vanguardia.Tras la dimisión, CiU deberá proponer un nuevo candidato que cuente con el apoyo del resto de fuerzas políticas. El nombramiento deberá contar con el voto favorable de tres quintas partes de la Cámara. Posteriormente, los miembros de la sindicatura escogerán de nuevo a su síndico mayor.

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