Denunciadas trece copisterías del País Vasco por fotocopiar libros e impresos sin licencia Cedro afirma que sólo tres establecimientos de Euskadi cuentan con autorización
El Centro Español de Derechos Reprográficos (Cedro) ha emprendido acciones judiciales por reproducir obras sin autorización contra trece copisterías vascas, dos de las cuales han sido condenadas al pago de sanciones que superan las 300.000 pesetas, mientras que el resto espera una resolución judicial firme. La entidad, que agrupa a casi 3. 400 autores y 754 editores ha interpuesto las demandas en los dos últimos años, tras la campaña que realizó en el sector recordando la obligación de poseer licencia para fotocopiar libros, artículos y otros impresos protegidos por la ley de propiedad intelectual.
Sólo un 10%
"Primero iniciamos una fase de información orientada a que [las empresas] tomaran conciencia de que no se puede fotocopiar un libro, porque se está defraudando. Pero si no cumplen, tomamos medidas judiciales y procesales, aunque generalmente intentamos llegar a un acuerdo previo", asegura Juan Mollá, presidente de este organismo sin ánimo de lucro. Los seis procedimientos que continúan abiertos en Vizcaya están siendo tramitados por la vía penal, a diferencia de los cinco iniciados en Guipúzcoa, que son de tipo civil. Cedro exige una responsabilidad penal cuando el perjuicio que se causa al mundo editorial al reproducir libros mediante fotocopia alcanza una determinada dimensión económica. Mollá, que es también presidente de la Asociación de Escritores de España, explica que las sentencias penales favorables a Cedro imponen el pago de multas similares al daño causado o su equivalente de estancia en prisión, mientras que los fallos de naturaleza civil reclaman el abono de indemnizaciones económicamente más benévolas. En algunas sentencias favorables a Cedro, la pena impuesta ha llegado a superar los dos años de cárcel. Los fallos dependen en cualquier caso de muchos factores, como el número de máquinas existentes o su volumen de tirada, entre otros.
En Vizcaya funcionan un centenar de copisterías, si bien tan sólo un establecimiento vizcaíno y otros dos localizados en Vitoria y San Sebastián cuentan con licencia de Cedro. Esta acreditación la tienen también seis facultades y escuelas de la UPV y de la Universidad de Mondragón. El resto de copisterías, empresas, administraciones o centros educativos que reproducen obras pueden ser objeto de sanción. "En el País Vasco es donde menos licencias hay. En otras comunidades como Cataluña, Valencia o Madrid, el número es alto, pero en Euskadi estamos un poco atrasados. Todas las copisterías deberían saber que necesitan una licencia, pero no la tienen", lamenta Mollá.
Cedro nació hace doce años como una entidad sin ánimo de lucro dispuesta a defender los intereses de autores y editores, aunque fue hace un lustro cuando comenzó a exigir estas autorizaciones, que sólo permiten el fotocopiado parcial de hasta el 10% de un ejemplar. "Se trata de controlar que no se hagan fotocopias de libros porque hunden ediciones enteras, sobre todo de libros relacionados con la universidad. Se puede fotocopiar hasta un 10% porque se entiende que igual se necesitan varios capítulos de una obra para fines divulgativos. Pero nunca un libro entero, porque lleva a una edición pirata" aclara. Esta agrupación lucha por acabar con el fraude que supone la reproducción ilegal en España de 24 millones de libros al año, el equivalente a 4.812 millones de páginas. Cada aprobación expedida por Cedro cuesta una media de 120.000 pesetas al año por establecimiento.El 80% de los ingresos que percibe de las remuneraciones por las licencias y de las indemnizaciones por reprografía ilícita lo reparte entre los autores y editores perjudicados y el 20% restante lo destina a fomentar proyectos culturales. En Euskadi, la campaña iniciada contra el pirateo de libros ha causado un fuerte malestar entre los profesionales que viven de las fotocopias y que consideran que pagan ya demasiados impuestos. Los propietarios de las copisterías vizcaínas, que carecen de una asociación que les represente, han celebrado una primera reunión para estudiar las medidas a adoptar contra la presión de Cedro, aunque por el momento no han acordado una postura concreta, según manifestaron distintos afectados. Por otra parte, las copisterías guipuzcoanas demandadas han llegado a un acuerdo extrajudicial con Cedro mediante el que, en algunos casos, se han visto reducidas las indemnizaciones fijadas inicialmente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.