La juez ordena prisión para el detenido por acuchillar a un sacerdote en Gandia

La titular del Juzgado número seis de Gandia ordenó ayer el ingreso en prisión preventiva del joven lituano, de 20 años de edad, detenido el lunes como presunto autor del apuñalamiento, la pasada semana, del sacerdote Priscilio Ruíz Picazo. Las circunstancias que rodearon la agresión todavía no han sido esclarecidas, y las investigaciones policiales continuan abiertas a la espera del resultado de una serie de pruebas periciales que se están practicando, según fuentes cercanas al caso.El párroco acudió la mañana de ayer a la Comisaría de Policía a instancias de la juez para realizar una rueda de reconocimiento. El sacerdote identificó al detenido como su supuesto agresor entre un grupo de jóvenes extranjeros de características parecidas al sospechoso. El joven, pese a todo, niega cualquier participación en los hechos.

A su llegada al edificio de la comisaria, Priscilio Ruíz eludió hacer declaraciones a la prensa que se encontraba en las inmediaciones, y uno de sus acompañantes impidió a un fotógrafo captar imágenes del párroco.

Desde que se conoció la agresión, el jueves de la pasada semana, el sacerdote y su familia se han negado a atender a los medios de comunicación, y para cualquier información han remitido siempre al Arzobispado de Valencia. La de ayer era la primera vez que Priscilio Ruíz era visto públicamente, después de que el pasado sábado abandonara el hospital Francesc de Borja de Gandia.

La Policía Nacional continúa las indagaciones sobre el suceso, aunque ya ha descartado que la agresión tuviera que ver con la existencia de algún grupo sectario que el párroco, asesor en materia de sectas de la Conferencia Episcopal Española, estuviera investigando.

A pesar de ello, el Arzobispado de Valencia ha mantenido desde el primer momento que el apuñalamiento tuvo que ver con unas investigaciones que el párroco realizaba en esos momentos relacionadas con una secta. Priscilio Ruíz corroboró la misma versión inicial y habló de que estaba investigando una secta de ritos satánicos y en su última declaración manifestó que se trataba de un grupo neonazi.