BERLUSCONI SE CUELA EN EL QUIRINAL

El líder de la oposición italiana, Silvio Berlusconi, pasó un buen sofocón tras ser colocado en una de las últimas filas después de que se colara sin invitación en la recepción de fin de año que tradicionalmente ofrece el presidente de la República a los altos cargos del Estado. El desconocimiento del rígido protocolo que se aplica en estos casos llevó a Berlusconi a presentarse la noche del miércoles ante la puerta del palacio romano del Quirinal, donde su nombre no figuraba en la larga lista de convidados que una y otra vez consultaron los ujieres. Al magnate de la televisión le envió a este acto navideño su secretaria, sin saber que entre los invitados nunca figuran ni los ex presidentes de Gobierno ni los líderes de los partidos, las dos condiciones de su biografía política. Ante una situación tan embarazosa, ya que sus acompañantes -los portavoces en la Cámara y en el Senado de Forza Italia, su partido- sí estaban en la lista, finalmente le dejaron pasar. Pero como no tenía sitio asignado, fue colocado en la última fila. Sentado junto a dos oficiales del Ejército del Aire y no muy distante del lugar reservado a la prensa, Berlusconi pasó un rato bochornoso al decir de los que le observaban. Al final de la ceremonia, el líder de la oposición y candidato coronado de antemano por las encuestas como próximo presidente del Ejecutivo italiano, se acercó al presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, para saludarle como si nada hubiera pasado. Ayer, Berlusconi habló telefónicamente con el jefe del Estado para pedirle excusas por el equívoco y desearle feliz año nuevo.-