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Etxenike dice que es la sociedad quien debe decidir los límites de la ciencia

Libertad de la ciencia

Es a la sociedad y no a los científicos a quien le compete establecer los límites éticos a la aplicación práctica de la ciencia. El físico Pedro Miguel Etxenike, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 1998, planteó ayer esta reflexión en San Sebastián, durante la conferencia de clausura del ciclo organizado con motivo del 25 aniversario de la Facultad de Química de la Universidad del País Vasco. Y terció así en uno de los debates más polémicos suscitados en los últimos tiempos, reabierto el martes después de que el Parlamento británico aprobara la clonación de embriones humanos con fines médicos. Etxenike reivindicó el protagonismo de la sociedad en la adopción de decisiones de este tipo. "Pero tomadas responsablemente", advirtió, "después del asesoramiento por comités de expertos". El presidente fundador del Donostia International Physic Center, es de los que cree que "no existe una forma viable de detener por completo el progreso de la ciencia en ningún campo", pero está convencido de que debe "hallarse una manera de contralar con todo cuidado los excesos de la tecnología". Y de que quizá la mejor fórmula radica en "airear en público los riesgos y las posibilidades de la investigación genética hacia la mitigación de la enfermedad y del dolor".

El físico, uno de los investigadores más reconocidos de toda España, incidió en esta cuestión, consciente de que los aspectos éticos de la ciencia van a condicionar gran parte de su desarrollo en el próximo siglo. "Es posible", dijo, "que el XXI sea el siglo de la evaluación, de la valoración de los proyectos desde puntos de vista económicos y éticos". Y basándose en la experiencia recomendó cautela. "Quizá hace falta una ciencia con conciencia", señaló, "pero hay que andarse con cuidado. Porque aplicaciones que hace treinta años parecían atentados contra la dignidad humana, ahora se toman como beneficiosas. Tiene que haber límites".

Precisamente de eso habló en su conferencia, de la Libertad y los límites de la ciencia: de la libertad que ha proporcionado ante la enfermedad y el dolor, pero también de la que ha necesitado y necesita para desarrollarse. Siente la ciencia, a la que ha dedicado gran parte de su vida, como "la obra colectiva cultural de la humanidad, su gran conquista", a pesar de que su desarrollo haya traido consigo problemas que antes no existían, a pesar de que hoy la investigación haya hecho posible que el mundo tenga capacidad de autodestrucción. Etxenike reconoce que precisamente este aspecto, los avances en investigación nuclear han generado miedo en la sociedad. "Cada paso en lo desconocido", afirmó, encierra en sí una amenaza y contra ese sentimiento no hay nada que hacer". El físico insistió en que hay que "mirar de frente a la existencia de esas incertidumbres y tratar de convivir, trabajar y avanzar con ellas". El físico asegura que siempre existirán tensiones. "Es inevitable", insistió, "pero hay que seguir investigando, porque si por ejemplo ahora se puede tratar el SIDA es por todos los conocimientos acumulados a lo largo de muchísimo tiempo".

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