Un "fiasco" de texto

"Es un fiasco. Es increíble". Los portavoces de las distintas delegaciones oficiales de los Quince ante la UE repiten constantemente ese tipo de palabras para referirse estos días al hecho de que el texto del nuevo Tratado de Niza incluya semejantes errores y contradicciones. Ayer, el ministro de Exteriores francés, Hubert Védrine, afirmó: "No creo que los Quince, con otra presidencia, cualquiera que hubiera sido, hubiera obtenido un resultado mejor" de la cumbre de Niza. Pero lo cierto es que los problemas surgidos durante esa reunión "aún no han concluido", señala un portavoz un Bruselas.

Si los embajadores no logran un pacto en los próximos días, no es descartable que el litigio pase de nuevo a manos de los jefes de Estado o de Gobierno, con lo que la batalla por el reparto del poder se abrirá de nuevo. En el peor de los casos, extremo por el que nadie apuesta aún, cabría la posibilidad de que algún Gobierno se negara a ratificar el Tratado si entiende que se incumple el débil pacto alcanzado en Niza.

Es más. Algunos países creen que, si no se cierra pronto la polémica, pueden reabrirse otras heridas hasta ahora no planteadas entre las delegaciones, como el reparto de escaños en el Parlamento Europeo. Recuerdan al respecto que, para compensar a algunos países representados en Niza que se oponían al reparto de votos, recibieron más escaños que los que les correspondían. Así, por ejemplo, Portugal (9,9 millones de habitantes) tendrá 22 escaños, mientras la República Checa (10,2 millones) tendrá solamente 20, los mismos que Hungría (10 millones de habitantes).