El Ayuntamiento separará los carriles-bus con unos 'bordillos' de caucho estables
Los carriles-bus del siglo XXI estarán separados del resto de la calzada por un bordillo estable, según reveló ayer, al término de la Mesa por la Movilidad, el concejal de Tráfico, Sigfrido Herráez. La medida está orientada a que los autobuses recuperen velocidad y regularidad en sus recorridos. El gobierno municipal, del PP, que al llegar en coalición con el CDS al Ayuntamiento en 1989 retiró los bordillos instalados por los socialistas, ha optado ahora por recuperar ese sistema, pero mediante barreras de caucho flexibles para que los vehículos no sufran daños.
Los autobuses que circulan por las principales calles que cuentan con carril-bus volverán a tener plataformas exclusivas para ellos cuando concluya la campaña de Navidad, el próximo 8 de enero. A partir de esa fecha, el concejal de Tráfico, Sigfrido Herráez, tiene intención de sustituir los 5.000 conos desplegados estos días en 17 calles por un sistema de bordillos flexibles. Para ello, Herráez trasladará a Madrid un sistema implantado en varias ciudades alemanas consistente en unas barreras de goma de 30 centímetros de alto por uno de grosor. "Al ser flexibles, si algún vehículo pasa sobre ellos, vuelven luego a su posición", explica el edil de Tráfico.La intención de Herraéz es instalar el sistema en todos los carriles-bus, y no sólo en las 17 calles en las que se han desplegado los actuales conos. Los técnicos de la Concejalía de Tráfico están estudiando en qué puntos concretos, como cruces de calles o paradas de taxis, no se pondrán los nuevos bordillos. Con los conos, algunos taxistas se han quejado de que en los cruces de calles se producen retenciones y no pueden abandonar el carril o salir de las paradas antes de que los taxis situados delante carguen a los viajeros, según reconoce Herráez.
El equipo de José María Álvarez del Manzano suprimió los bordillos de cemento instalados por el gobierno socialista cuando el hoy regidor era primer teniente de alcalde en la coalición de centro-derecha que arrebató al PSOE el gobierno municipal en 1989 tras una moción de censura. La medida era la culminación de una dura campaña en contra de los bordillos de cemento, respaldada por la Cámara de Comercio.
El concejal de Tráfico ha tomado la decisión de recuperar este bordillo, si bien en esta ocasión será de goma, tras la crisis que atraviesa la Empresa Municipal de Transportes. Un informe de esa empresa presentado la semana pasada en el Consejo de Administracción señala que en octubre pasado se realizaron 15.000 viajes menos que en el mismo mes del año pasado.
Además, el 40% de los autobuses llegó tarde a las paradas, según el horario marcado por la compañía de transportes, a causa de la congestión del tráfico y el consiguiente descenso de la velocidad (14 km / hora).
Para avalar una medida que puede ser polémica, Herráez argumenta que los resultados de los cinco días que llevan instalados los conos "son totalmente positivos". "Los autobuses han ganado un 20% de velocidad y eficacia", agrega.
La llamada operación cono ha sido criticada, sin embargo, tanto desde los sindicatos de la EMT como desde la oposición municipal y la Policía Municipal por los riesgos que implican para la circulación estos artilugos de plástico al ser desplazados por el roce de algún coche.
"La oposición está a favor de liberar el carril-bus, pero quiere que se haga a través de la instalación de un bordillo", reconoció Herráez al término de la Mesa por la Movilidad, de la que forman parte 80 colectivos. En la misma, Eugenio Morales, portavoz socialista, planteó que para solucionar el problema de tráfico hay que "incrementar la flota de autobuses en 400 unidades y elevar su velocidad de 13 a 18 km/hora con plataformas reservadas exclusivas para el transporte público de superficie".
Un grupo de 11 asociaciones -vecinales, ecologistas, minusválidos y sindicalistas- presentes en la Mesa entregó en el registro del Ayuntamiento un escrito que critica el funcionamiento de la misma, ya que sólo se ha convocado tres veces desde julio. "Tiene que ser una mesa participativa y no sólo informativa, como quiere el PP", afirmó el portavoz de IU, Julio Misiego.
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