Socios privados de Terra Mítica rechazan aportar más capital descontentos con la gestión del parque
Varios socios privados de Terra Mítica expresaron ayer su descontento hacia los responsables de la gestión del parque temático de Benidorm cuando se negaron a participar en la ampliación del capital social propuesta por Miguel Navarro, director general de la empresa. El consejo de administración de Terra Mitica aceptó como buena una auditoría externa que establece un desfase de poco más de 9.000 millones en las inversiones para la construcción del parque. Según los datos sometidos al consejo, los 45.000 millones previstos inicialmente se elevaron a 54.000.
La auditoría externa sometida ayer al consejo de la sociedad participada por la Generalitat fue solicitada por un accionista privado cuando Navarro planteó la necesidad de ampliar el capital social y elevarlo desde 18.500 hasta 25.000 millones de pesetas hace poco más de un mes.El calibre de la ampliación propuesta sorprendió a varios accionistas. En junio, apenas un mes antes de la apertura del parque al público, los responsables del complejo de ocio habían pedido a los accionistas un último esfuerzo, una cuarta ampliación para elevar el capital desde 15.000 a 18.500 millones.
La falta de credibilidad de Navarro al presentar las cuentas del parque derivó en el recurso a la auditoría externa. El informe fue ocultado celosamente hasta última hora de la tarde de ayer. El consejo soportó tres largas horas de informes y estadísticas ajenos a cuestiones contables antes de entrar en materia, pero Navarro logró salvar la cara.
La auditoría refleja un desfase de poco más de 9.000 millones de pesetas y se ajusta a los primeros datos presentados por el director del parque hace poco más de un mes. Pero no logró despejar la desconfianza de varios accionistas privados que se negaron a hacer nuevas aportaciones.
El núcleo duro del consejo de Terra Mítica lo constituyen las dos grandes cajas de ahorro de la Comunidad Valenciana y la Generalitat, que detentan un 15% respectivamente. Bancaixa y la CAM son, además, los primeros prestamistas de la sociedad y están prácticamente obligados a mantener su cuota de participación.
La sorprendente dimisión del responsable de operaciones de Terra Mítica, que se hizo pública apenas un mes después de la inauguración del parque, disparó las primeras señales de alarma. John Fitzgerald había sido presentado como máximo experto en complejos de ocio avalado por su trayectoria en la empresa Six Flags, que explota varios parques en Estados Unidos, y fue fichado por Terra Mítica cuando dirigía el único parque temático que explota la multinacional Warner en Europa, en la localidad alemana de Bottrop.
Otros tres altos ejecutivos de Terra Mítica renunciaron al cargo en cuestión de semanas, entre otros el director financiero del complejo. Algunos accionistas privados expresaron abiertamente su malestar hacia el director del parque, procedente de la sociedad pública CACSA, promotora de la Ciutat de les Arts i les Ciències, y poco acostumbrado a rendir cuentas ante inversores privados.
La posibilidad de ceder la gestión de Terra Mítica a la multinacional estadounidense Paramount se abrió camino en el seno del consejo. Ayer apenas se trató la forma de abordar las negociaciones con Paramount para intentar vincular el posible contrato con la multinacional del ocio a los ingresos y beneficios del parque para reducir al máximo los costes fijos de un posible contrato.
Fuentes del consejo aseguran que Paramount no ha demostrado mayor interés por participar en el accionariado del parque y apuesta por elevar la tasa fija que cobraría por gestionar Terra Mítica.
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