Joan Baixas une ciencia y artes escénicas en 'El teatre de les formes'

Para el artista plástico y creador escénico Joan Baixas, la posibilidad de experimentar nuevos lenguajes teatrales es siempre un reto apetecible. Por eso aceptó con entusiasmo la proposición del director del Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa, Jorge Wagensberg, de crear un espectáculo -El teatre de les formes- para la nueva exposición del centro, titulada I després fou... la forma, en torno a las figuras que más se repiten en la naturaleza.

El resultado es un montaje divulgativo, con guión de Wagensberg adaptado y dirigido por Baixas, en el que prima la imagen sobre el texto y se utilizan técnicas teatrales tales como las sombras chinescas, las marionetas y los números de payasos. "Es un espectáculo didáctico de media hora, interpretado por cuatro actores y dirigido a todos los públicos", explica Baixas. El director señala que la intención del montaje es la de "explicar de forma muy visual cómo se crean las diferentes formas y cuál es su función, describir las principales propiedades de cada una de ellas", canalizando este mensaje a través de un formato poco utilizado en las exposiciones. "Lo hacemos mediante la dramatización y la teatralización, porque de acuerdo con la teoría de Wagensberg, el público de las exposiciones no lee los textos ni mira los vídeos, y el teatro es una forma de llamar la atención del espectador".

El montaje no tiene apenas texto -"durante la media hora de función no hay más palabras que las equivalentes a dos páginas escritas"- y en cambio tiene una gran carga lúdica, "con mucho juego". La propuesta incluye música de Jordi Cervelló, se titula El teatre de les formes, se estrenará el próximo día 27 (aunque habrá funciones previas a partir del próximo sábado) y podrá verse, como complemento a la exposición, hasta el 10 de enero de 2001. Durante ese tiempo, habrá dos representaciones diarias (una por la mañana y otra por la tarde) con excepción de los días festivos y las vísperas de éstos.

Baixas explica que, desde el punto de vista teatral, este nuevo trabajo "es bastante experimental. No por el lenguaje que utilizamos, que es bastante común, sino por el hecho de que se trata de un espectáculo a partir de un material científico". El director añade: "Normalmente, cuando creas un espectáculo trabajas a partir de tu poética personal, no a partir de un lenguaje científico". Aunque la prueba le ha servido para comprobar que "el lenguaje científico en realidad es también muy poético. Las formas de las que habla la exposición son sagradas para la cultura. Es el caso del círculo mágico, de gran energía para la cultura y el arte". En cuanto a la aportación concreta del espectáculo al contenido de la exhibición, Baixas indica: "Guiamos a los visitantes de la exposición para que descubran lugares en los que pueden verse las formas descritas en ésta. Por ejemplo, en el caso del ángulo hablamos de los dientes y de las raíces, y explicamos que es una figura útil para concentrar mucha fuerza en un solo punto; en el de la espiral, idónea para guardar y ordenar, nos referimos a las lenguas de las mariposas y las colas de algunos animales".