¡Gran dispendio!
Soy abogado y profesor asociado de la Universidad Complutense desde hace más de diez años. Imparto clases y tutorías, de varias asignaturas, tres días a la semana a diversos grupos, contando en conjunto con casi trescientos alumnos. Percibo por esta dedicación, cercana a lo que en jerga universitaria se denomina "a tiempo completo", un salario mensual de 69.053 pesetas, del que gasto la mitad en transporte y en preparar el próximo IRPF, ya que no se me practican retenciones. Resulto, de tal manera, pagado a 500 pesetas la hora, si asignamos -prudentemente- una de preparación por cada una de clase efectiva.Dado que la LRU presume que los "asociados" somos "profesionales de reconocida competencia" y que de hecho se nos encomienda a gran parte de la docencia en muchas facultades y escuelas, la situación evidencia lo barato que compra la Administración el fósforo cuando éste carece de envase corporativo. Así las cosas, y en pocos años, tan sólo algunos sufridos meritorios, en fase de incubación endogámica, y los vocacionales que nos podamos permitir este (caro) capricho seguiremos en esta situación. En tales términos, reclamar un 2% de aumento equivale a pedir que nos inviten al desayuno y EL PAÍS de cada viernes. ¡Gran dispendio de las arcas públicas!-