El líder de Unió pide ser tratado como Mas en la carrera por suceder a Pujol

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) está dispuesta a la autoinmolación por el bien de Cataluña. E incluso su líder, Josep Antoni Duran Lleida, se muestra presto al sacrificio, a renunciar a la candidatura a la presidencia de la Generalitat en favor del candidato convergente. Pero de momento, Unió y Duran no tiran la toalla y presentarán batalla no sólo para ser tratados como iguales -como Artur Mas y CDC- en el seno de la coalición nacionalista sino para que CiU haga suyas las tesis moderadas y centristas de las que hace gala el partido democristiano.Los democristianos clausuraron ayer en Tarragona un congreso eminentemente ideológico y en el que se sentaron las bases del futuro acuerdo de coalición con Convergència, que deberá empezar a negociarse a principios del próximo año. Unió reclama un trato paritario con sus socios en todos los órganos de dirección y organización e incluso en las listas electorales.

La ponencia ideológica significó un ejercicio de malabarismo para armonizar el nacionalismo que defienden las bases democristianas con el expresado por su líder, Josep Antoni Duran Lleida, en su discurso de clausura. Por ejemplo, mientras el documento congresual pedía que Cataluña tuviera una estructura de Estado, Duran expresaba públicamente que el partido no era independentista.

Pero en cualquier caso, el congreso ha servido para que Unió refuerce su ideario nacionalista y la figura de su líder y exprese, con la solemnidad de un congreso, su voluntad de permanecer unida a Convergència.

El perfil del futuro director del Centro Superior de Investigación de la Defensa (Cesid) será el de un civil con "experiencia de Estado, conocimiento del contexto mundial, que cuente con la confianza del Gobierno y que no suscite recelos en la oposición", según declaró ayer el ministro de Defensa, Federico Trillo. "Hasta ahora siempre ha sido un militar y es decisión del Gobierno que el próximo sea un civil". Asimismo, señaló que la reforma, que requiere la "búsqueda" del consenso parlamentario, debe realizarse en "un momento adecuado y de tranquilidad", por lo que "es mejor pensar en el año que viene".Trillo explicó que el año próximo se llevará a cabo el proyecto "en el que se enmarque la actividad del Cesid" y se fijen los principios de actuación "de la comunidad de inteligencia del Estado, que debe abarcar a la exterior, interior y a la militar". Ello "requiere un mecanismo de coordinación que esté bajo la dependencia de Presidencia del Gobierno" y que "complete el circuito de los controles de funcionamiento del Cesid".

El beneficio de esta "comunidad de inteligencia", es, a juicio de Trillo, la "mejor coordinación, tanto de las acciones como del análisis de la información, que se ha de poner a disposición del Gobierno y principalmente de su presidente". Respecto al riesgo que supondría que, en caso de fallo, la responsabilidad recayera en Presidencia, Trillo dijo que no preveía "incendio ninguno". Además, señaló que sería necesario un "control judicial" para el que se establecería la fórmula de un magistrado del Tribunal Supremo "que con carácter previo y / o posterior sea el encargado de la fiscalización de la plena legalidad de las actividades del Cesid".También insistió en su convicción de que el Centro, en los años comandados por el general Calderón, "no ha emprendido ni una sola acción que tenga que rozar la Constitución y los derechos fundamentales. Otra cosa es que en los últimos siete meses hubiera alguna declaración desafortunada del general y fuera el ministro de defensa al que le correspondiera llamarlo al orden", agregó.