Duran pide ser tratado igual que Mas en la carrera para suceder a Pujol

Unió Democràtica de Catalunya (UDC) está dispuesta a la autoinmolación por el bien de Cataluña. Incluso su líder, Josep Antoni Duran Lleida, renunciaría a la candidatura a la presidencia de la Generalitat en favor del candidato convergente, Artur Mas, si fuera necesario. Pero ni Unió ni Duran tiran la toalla y aprovecharon el congreso extraordinario de UDC para pedir que el presidente Jordi Pujol no haga distinciones a favor del delfín convergente.

Los democristianos prepararon todas sus baterías para este congreso de un día. Y la primera abrió fuego al inicio de las sesiones. El artillero encargado del disparo fue Joan Rigol, presidente del Parlament y un histórico de Unió, que ha sido consejero en varios gobiernos de Jordi Pujol. Rigol solicitó a través de una fórmula de "diálogo generacional" que Pujol tome las riendas del debate sucesorio en la coalición y no sitúe a Mas como primus inter pares. O sea, más conciencia de coalición por encima del interés personal o partidista.Pujol encajó el directo. Así que a media mañana, de manera imprevista, el presidente de la Generalitat se presentó en el congreso de Unió con un objetivo claro: demostrar que sigue siendo el patriarca de la coalición que no olvida a ninguno de sus hijos, ni siquiera al más díscolo de ellos.

Unió urdió bien la estrategia con vistas al congreso. El primer mensaje de concordia y respeto provino de Rigol, que, además de ser un democristiano y nacionalista de pura cepa, goza de gran consideración en las filas del socio de coalición y del respeto de Pujol.

Por la tarde, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, se encargó de continuar la obra que había iniciado Rigol por la mañana. "Garantizamos larga vida a la coalición. El camino lo queremos recorrer juntos, codo con codo, pero no uno detrás de otro, sino sin docilidad mal entendida ni servilismo", aseguró Duran en el discurso de clausura del congreso, celebrado en Tarragona.

Y las cosas no quedaron en simples palabras. Una de las enmiendas introducidas en la ponencia única del congreso hacía referencia a la paridad con su socio, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), no sólo en los órganos de dirección y organización, sino también en las futuras listas electorales. Con ello UDC pedía de forma bien prosaica dejar de ser el eterno hermano menor de la coalición que, en la actualidad, sólo puede aspirar al 25% del pastel.

"Mi causa es el país"

El líder de Unió quiso, con todo, mostrar su disposición al sacrificio en caso de que un bien mayor -la coalición- así lo demandase. "Mi causa no es ser candidato a la presidencia, sino el país y el pueblo de Cataluña, y si es preciso, lo pondré por delante de mis legítimas pretensiones", añadió Duran Lleida. Pero estas palabras de sacrificio no deben ocultar que Duran continúa en la carrera iniciada el pasado mes de septiembre para liderar el catalanismo político, lo que también supone encabezar la coalición.La prueba de que Duran no tira la toalla es que el partido ha preparado una serie de actividades para potenciar su candidatura a la sucesión de Pujol. Tanto en UDC como en CDC dan por seguro que Jordi Pujol no repetirá como candidato a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones, que teóricamente deben realizarse en el otoño de 2003. Por eso, la maquinaria el partido pondrá en marcha a principios del año próximo la campaña de apoyo a Duran.

El líder de UDC aprovechó la oportunidad que le brindaba el congreso para hacer profesión de fe nacionalista. Según Duran, no se ha entendido el mensaje de catalanismo moderado que lanzó en el paraninfo de la Universidad de Barcelona el pasado 25 de octubre

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