Almodóvar presenta tres nuevos 'cuentos de La Media Lunita'
Tradición oral
Antonio Rodríguez Almodóvar lleva ya vendidos 3,5 millones de ejemplares de sus cuentos de La Media Lunita, una colección infantil que nació hace 15 años en Sevilla de la mano de Algaida Editores. Los primeros 25 títulos de esta difundidísima colección de cuentos infantiles españoles salieron a la luz en 1985. Desde entonces se han ido publicando nuevos cuentos y reeditando los antiguos en castellano, gallego, catalán y euskera. Incluso hay una traducción al braille. Rodríguez Almodóvar (Alcalá de Guadaira, Sevilla, 1941) presentó ayer sus últimos cuentos, que hacen los números 57, 58, 59 y 60, en la librería El Pirata, en Sevilla.Cuentos cortitos para leer un poquito (con ilustraciones de Marta Cano), La flor de lililá (con ilustraciones de Ricard Castells) y los dos libros de Soplín, Soplón (con ilustraciones de Tremendo Estudio) dan cuerpo a una nueva entrega en la que Almodóvar continúa con su labor de recuperación de la tradición popular española. La gran cantida de libros vendidos, y la librería El Pirata que llenaban ayer decenas de niños con sus padres, refrendan el éxito de la tarea.
Rodríguez Almodóvar señaló ayer que la literatura infantil española "está en el buen camino". "En los últimos 10 años se ha hecho un esfuerzo descomunal. Hay un plantel de ilustradores en España comparable a los mejores del mundo. Creo, incluso, que los ilustradores están por encima de los autores", dijo. Rodríguez Almodóvar recibió en 1985 el Premio Nacional de Literatura al mejor libro editado por sus Cuentos al amor de la lumbre, una obra que va por la 14ª edición en Anaya y que también forma parte de la prestigiosa colección El Libro de Bolsillo de Alianza Editorial.
Cuentos al amor de la lumbre es fruto del interés del autor por los cuentos hispánicos de tradición oral. Rodríguez Almodóvar abordó este tesoro narrativo con la metodología semiótico-estructural, que bebe de autores tan decisivos en este campo como el ruso Vladimir Propp. Morfología del cuento (1928), de Propp, marcó un antes y un después en el estudio de la literatura popular. "Esta colección sirve para que los padres recuperen los cuentos de su infancia y para que, luego, los cuenten. Es un poco el eslabón perdido. Hay padres que me han dicho que estos cuentos les han ayudado mucho en la relación con sus hijos", comentó Rodríguez Almodóvar."En el fondo son cuentos transgresores porque la literatura popular es muy trangresora. A los niños les gusta imaginárselo todo en clave de crítica. La primera edición de los Cuentos de los hermanos Grimm en 1812 fue un escándalo para la sociedad burguesa alemana. En su segunda edición los hermanos Grimm metieron la tijera, recortaron y suavizaron", indicó. "El cuento popular ayuda a configurar el mundo", rubricó el autor.
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