El PSOE y los vecinos de Pozuelo denuncian vertidos ilegales del matadero

El grupo municipal socialista de Pozuelo de Alarcón (60.120 habitantes), que recoge las reiteradas quejas de los vecinos, denunció ayer que el matadero de la localidad vierte la sangre y los despojos de los animales directamente al alcantarillado de la localidad. "Cuando llueve se atrancan las alcantarillas y salen ratas, tripas, sangre y todo tipo de guarrerías que corren por la calle", explicó a la agencia Efe una vecina cuyas ventanas dan a uno de los patios interiores del matadero, en la zona de la calle de García Martín y aledañas. Las instalaciones, por donde pasan hasta 50.000 kilos de carne todos los días, están muy cerca de las viviendas, por lo que los vecinos sufren los malos olores y los ruidos producidos por los animales sacrificados. El PSOE ha recogido también otras denuncias de los vecinos, como la de que algunos empleados del matadero salen a la calle y a tomar café con la ropa de trabajo manchada de sangre.El PSOE ha solicitado que el Ayuntamiento abra una investigación sobre los supuestos vertidos y, además, pide que las instalaciones del matadero, pertenecientes a la empresa Gypisa, sean trasladadas fuera del casco urbano.

Sin denuncias

Por su parte, el alcalde de la localidad, José Martín Crespo, del PP, se mostró ayer indignado por esta iniciativa del PSOE. "Es impresentable, ya que si disponen de pruebas deberían comunicarlo al Gobierno municipal", dijo. El regidor, aunque admitió la existencia de malos olores procedentes del matadero, subrayó que el Ayuntamiento no tiene constancia de denuncias sobre estos hechos e insistió en que las instalaciones de Gypisa se levantan, aunque cerca de las casas, sobre suelo industrial. Federico Rodríguez, gerente del matadero, manifestó que ayer abrió las instalaciones a Esther Alonso, portavoz del PSOE, para que comprobase las supuestas irregularidades. Sin embargo, para Alonso, la visita no fue suficiente, pues únicamente tuvo acceso al circuito externo del matadero. Para una visita al interior es necesario avisar con 48 horas de antelación, lo que, a juicio de Alonso, da tiempo para que subsanen las deficiencias que puedan existir.