La química Basf traslada su sede de Barcelona a Tarragona
La multinacional química alemana Basf inauguró ayer su nueva sede central en Tarragona, que ha supuesto una inversión de 500 millones de pesetas. Allí se han trasladado los servicios generales que la compañía tenía en Barcelona. Basf es la primera empresa química que decide cambiar la sede central de ubicación dado el "dinamismo de la planta de Tarragona", declaró el consejero delegado de la firma, José María Bach. Un total de 62 trabajadores se ha trasladado a un edificio de tres plantas de Tarragona, que acoge los departamentos de personal, informática, finanzas, relaciones públicas, asuntos jurídicos, gerencia, ingeniería y dirección general.
El traslado de los servicios generales de la empresa ha sido motivado por el crecimiento de la factoría de Tarragona. José María Bach argumentó ayer que el volumen de transacciones es superior en la fábrica de Tarragona que en Barcelona y, por este motivo, se decidió el traslado. La factoría tarraconense se ha consolidado como el tercer centro integrado de producción en importancia dentro del grupo Basf en Europa y el más destacado de la cuenca mediterránea.
El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, se mostró ayer satisfecho por este traslado, que "debería ser un ejemplo para otras empresas". La planta Basf de Tarragona tiene entre manos nuevos proyectos. El 15 de septiembre colocó la primera piedra de la nueva planta de deshidrogenización de propano, que ha impulsado junto a la empresa estatal argelina Sonatrach. La nueva planta supondrá una inversión de 40.000 millones de pesetas, entrará en funcionamiento a principios de 2002 y producirá 350.000 toneladas de polipropileno.
