Gobierno y sindicatos discrepan del impacto de la huelga de funcionarios

Los empleados públicos expresaron ayer su descontento ante la pérdida de poder adquisitivo de sus salarios con una huelga respaldada por una cifra entre el 35% y el 45% de las plantillas (dos millones de personas). La protesta se desarrolló sin incidentes y con el mayor impacto en Seguridad Social, enseñanza, correos y administración local, aunque el Gobierno aseguró que tuvo "una incidencia pequeña": el 11%. Las centrales elevaron la cifra hasta el 73% y aseguraron que "el conflicto sigue abierto" en tanto el Ejecutivo no acceda a un diálogo real.

Guerra de cifras

Al tiempo que se conocía el dato de inflación, los empleados públicos iniciaban ayer su jornada de huelga con la constatación de que el IPC (4,1%) queda muy lejos de la subida salarial que han tenido este año (2%). También con el temor de que en 2001 se puede repetir la pérdida de poder adquisitivo con un alza salarial prevista del 2%. Por ello sus representantes sindicales exigían ayer al Gobierno que reconozca su derecho a la negociación colectiva y no imponga las subidas salariales.Los sindicatos convocantes, CC OO, UGT, CSIF y centrales sectoriales, aseguran que en enero decidirán nuevas movilizaciones,que proseguirán "toda la legislatura" si el Ejecutivo no abre una negociación real. A esas afirmaciones el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, respondía ayer que "el Gobierno sigue abierto al diálogo en temas de remuneración salarial o movilidad".

El ministro sostiene que los funcionarios no han perdido poder adquisitivo, ya que la subida de la masa salarial está en torno al 4%, mientras que las centrales aseguran que "ese aumento debe incluir el 25% de subida que han tenido los secretarios de Estado".

En cuanto al seguimiento de la huelga, Posada aseguró que "la incidencia ha sido pequeña". Su ministerio cifró el paro en un 11,07% de los empleados públicos, mientras que los sindicatos elevaron la cifra hasta el 73% en medio de la habitual guerra de cifras. Administraciones Públicas concretó el mayor impacto de la huelga en las dependencias de la Seguridad Social (17,9%), y un seguimiento menor en los centros de la administración central (17,07%), Agencia Tributaria (12%), Justicia (9,39%), Insalud (8,3%), Correos (7%), prisiones (4,39%) y AENA (0,45%). Las cifras de los sindicatos son superiores: administración central (82%), local (80%), autonómica (78%), Correos (77%), sanidad (75%), enseñanza (70%) y justicia (70%).Por comunidades, las cifras oficiales indican que Baleares fue la autonomía donde el paro tuvo mayor seguimiento, ya que participaron el 50,8% de los funcionarios. En Madrid fue del 18,2%. La Rioja fue la que menos seguimiento reflejó, con el 2,3%.

Los servicios mínimos se respetaron en su totalidad en todos los servicios de urgencia, la sanidad, la seguridad y para garantizar la apertura de los colegios públicos y concertados. Los centros de la administración con atención al público contaron con una presencia de funcionarios de más del 25% decretado en servicios mínimos. En Aeropuertos Nacionales (Aena) la tónica fue de normalidad, dado que el sindicato de los controladores aéreos no apoyaba el paro.

Los empleados públicos pertenecientes al mundo de la cultura sí fueron a la huelga y ello provocó que se suspendiese la función de ayer en centros como el Teatro Español y el Teatro de la Zarzuela. El Museo del Prado cerró parte de sus dependencias, dado que el paro fue significativo entre los vigilantes y en el conjunto de la plantilla supuso el 26,4%.