La isla de la informática

El centro de día para mayores de Triana es, a las once de la mañana, un océano de ruido. Desde el patio central del moderno edificio, repleto de mesas de juego, un permanente run run de fichas de dominó se extiende por los pisos superiores. Los mayores del barrio se reúnen allí, como parte de su rutina diaria, a jugar a ese tradicional juego, a las cartas, al ajedrez o al billar.Sólo un pequeño grupo de 16 asociados al centro se han abstraído en los últimos meses de sus costumbres matinales para, desde la isla informática en que se ha convertido la biblioteca desde que fue equipada con seis ordenadores, aprender a navegar por Internet, la red de redes, el proceloso mundo de información que permite al usuario entrar en contacto con el resto del universo conocido.

En colaboración con la Fundación La Caixa, la Consejería de Asuntos Sociales programa en sus centros de día cursos de iniciación a Internet para mayores. La entidad bancaria pone los equipos informáticos, sistema de videoconferencia incluidos, más el profesor para el curso. En total, clases más equipamiento, la Caixa invierte 1.500.000 pesetas por centro.

El curso de la sede de Triana concluyó ayer con la entrega de los diplomas acreditativos a los 16 alumnos, que han estado repartidos en dos turnos, mañana y tarde. Son pocos, comparados con la cantidad de asociados que dedican su mañana al dominó y las cartas, pero son la vanguardia de la tercera edad andaluza que, siguiendo el ejemplo de hijos y nietos, se incorpora a la revolución de las telecomunicaciones.

Antonio Moreno, de 65 años, se apuntó al centro de mayores sólo para aprender a utilizar Internet. "Y ahora que estoy conectado a la red en el ordenador de casa, resulta que la configuración es diferente a la de aquí y mi hijo, que es el que lo controla, no termina de enseñarme a utilizarlo", se lamenta Moreno que, pese a sus quejas, maneja con soltura el argot técnico.

Su compañero Bernabeu, Antonio de nombre, de 74 años, es el más veterano del grupo y afirma orgulloso que, tras las clases, anda "perfectamente bien por Internet". Este jubilado es otro de los que se ha conectado desde casa a la famosa autopista de la comunicación a raíz del curso impartido en el centro de día.

"Yo ya estaba acostumbrado al ordenador, con el que llevo la contabilidad en casa, pero este curso no sólo me abre las puertas de Internet, sino que me ayuda a conocer todas las posibilidades que me ofrece mi equipo informático", dice Bernabeu.

"La red es algo que me parece muy bien. Ofrece un campo enorme de distracción para nosotros, que ya no le buscamos muchas utilidades profesionales. Lo primero que hago por las mañanas en casa es leer los periódicos en el ordenador", concluye Bernabeu.

Alfonso Ruiz, de 64 años, va aún más allá y se atreve a "pasear por la prensa europea". "Todas las mañanas me miro la primera página de Le Figaro y La Reppublica", asegura Ruiz que, además, está aprendiendo idiomas en la red de redes: "Sigo el curso de inglés de EL PAÍS y hay alguien que, cuando envío mis ejercicios, me contesta por correo electrónico felicitándome por lo bien que voy".

Estos 16 jubilados pasarán desde hoy a formar parte de la comunidad de mayores virtual que La Caixa mantiene en su página www.clubestrella.es, en la que los veteranos navegantes disponen de foros, videoconferencias y concursos variados. "Y con este curso sólo hemos aprendido a utilizar la herramienta que es Internet". Es sólo el comienzo.