El Colegio Electoral designará el lunes al sucesor de Clinton
La sentencia del Tribunal Supremo concede a George W. Bush los 25 compromisarios que necesitaba para alcanzar el umbral de 270 requeridos en el Colegio Electoral que elige al presidente de EE UU. Los 538 integrantes de ese colegio se reunirán el próximo día 18 en las capitales de los distintos Estados para votar al sucesor de Bill Clinton en la Casa Blanca. Sus votos serán escrutados en sesión solemne del Congreso convocada para el 6 de enero en Washington.
Salvo descomunal sorpresa, Bush será entonces proclamado 43º presidente de Estados Unidos, y jurará su cargo el día 20 de enero. El vertiginoso drama político-judicial de las pasadas cinco semanas entra en vías de normalidad procedimental con la adjudicación de los 25 compromisarios de Florida a favor de Bush. El candidato republicano contaba, antes de la sentencia del Supremo, con 246 compromisarios fruto de su victoria en la mayoría de los Estados del país, pero estaba por detrás del vicepresidente Al Gore, que logró 267 compromisarios gracias a su triunfo en los Estados más poblados y por ello con más representantes en el Colegio Electoral. Los dos aspirantes necesitaban los 25 compromisarios de Florida para alcanzar la mayoría en el Colegio. Bush la pasa por la mínima: con 271, cuenta con un solo voto por encima de los necesarios.Cada partido elige entre sus leales la lista de compromisarios en cada Estado, pero sólo los del ganador llegan a votar el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre, es decir, el próximo día 18. Ese día, los compromisarios del candidato triunfador en cada Estado se reúnen en la capital de ese territorio para votar presidente. Ese voto es elevado al Congreso, que lo refrenda el día 6 de enero. En 2001, esa fecha es sábado y existe la posibilidad de que la sesión sea adelantada al viernes.
En la mitad de los Estados norteamericanos los compromisarios están obligados, salvo sanción, que varía en gravedad de unos a otros Estados, a votar a favor del candidato vencedor. En el resto son libres de votar conforme a su conciencia, y en el pasado ha habido numerosas ocasiones en las que los compromisarios no han respondido a las expectativas.
Al Gore ha ganado esta elección presidencial en las urnas, con unos 300.000 votos más que Bush en todo el país, pero la ha perdido en el decisivo Colegio Electoral por unos cientos de votos en Florida, que muchos de sus partidarios atribuyen a un proceso lleno de irregularidades.
Mario Cuomo, ex gobernador demócrata de Nueva York, fue el dirigente demócrata más destacado en airear la idea de acudir a los compromisarios republicanos y hacerles ver que su voto por Bush sancionaba una victoria falsa. "Con que dos o tres cambiaran de opinión bastaría", declaró. Ya al principio de estas polémicas semanas se habló de esta posibilidad. Gore salió al paso asegurando que jamás aceptaría ningún voto procedente de un compromisario republicano. Como medida preventiva y para evitar sorpresas, todos los compromisarios republicanos están sometidos estos días a un intenso control por parte del partido.
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