La banda Ke Rule pone en circulación su disco de 'reggae' menos comercial
El sexteto ha incluido un tema en euskera
Ni imagen ni morbo
Coincidiendo con la edición de su cuarto elepé, Ke Rule ha confeccionado su repertorio menos comercial. Seis años después de su formación, el sexteto bilbaíno ha puesto en circulación su disco más auténtico, un trabajo titulado Blue jungle en el que sólo hay espacio para el reggae y para una derivación de éste, el dub. Sus diez canciones contienen profusión de vientos y los ritmos sincopados que caracterizan a la música popular jamaicana, e incluyen una adaptación del Ni chicha ni limoná de Víctor Jara.Esa decena de temas constituye su mejor entrega, algo que no niega su líder, el guitarrista y compositor Jon Ribera. Y arguye varios motivos: "Blue jungle se ha grabado en Marijuana Records, que es mi estudio, por lo que no hemos tenido presiones de horarios. También ha podido ser determinante que lo hemos hecho a nuestra bola, como se dice, no se ha intentado hacer un disco más comercial, que yo creo que hubiera sido un error".
Ribera tiene claro por qué han abandonado el camino de la comercialidad. "La verdad es que viendo cuál es el material comercial que la gente consume, Tamara y compañía, me parece que cualquier intento de serlo sería patético. Y además, seguramente no tendría ninguna repercusión. Es mejor hacer lo que tú crees, sin ninguna pretensión", asegura el portavoz de un grupo que se siente "desatendido" por su discográfica, Zero Records.
Pese a ello, al sexteto le quedan balas cargadas de sorpresa en la recámara. Sin ir más lejos Nola ezango nizun, una pieza cantada en euskera, aunque no suponga un intento de lograr nuevo público. "No, aunque desde el principio sabemos que hubiéramos funcionado mucho mejor en euskera. Pero no lo hemos hecho por dos motivos: porque nos expresamos en el idioma que dominamos todos los miembros del grupo, el castellano, y porque, al menos hace cinco años, cantar en euskera era un negocio, pura y duramente. Grupos de heavy cantaban en euskera y comían, aunque fueran malísimos... Eso es algo descarado y me parecería un poco oportunista y fácil apuntarse a ese carro". Eso afirma Jon Ribera antes de matizar lo siguiente: "Hubiera sido lo más lógico, pero debo ser un poco gilipollas. Vamos a la contra".
Esa actitud quizá no sea tan contraproducente porque, aunque hay grupos y parece que afición, el reggae no acaba de romper en Euskadi en cuanto a ventas y popularidad. Algo para lo que Ribera también tiene justificación. "Quizá es porque el reggae no pretende dar espectáculo como tal, y yo pienso que este mundo es un poco circo. Pero el reggae no vende imagen ni morbo. Y aquí hay que buscar el morbo en algún lado, hay que buscar algún payaso o payasa, o alguna cosa obscena o demasiado novedosa".Con un panorama tan crudo con el que pinta el guitarrista, no es de extrañar que los proyectos de Ke Rule sean poco pretenciosos. "Buscar un teclista estable al que le guste el reggae, porque el que tengo se me va y eso me está haciendo muchísimo daño. He tenido que echar para atrás una gira por Italia y otra por Francia", revela. "Simplemente me conformo con que toda la banda y el disco estén funcionando".
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