IU rechaza el acuerdo porque obedece a "puro electoralismo"
Una vez más, Izquierda Unida (IU) se siente excluida de las cuestiones importantes que se producen en la política española. Gaspar Llamazares, coordinador general, rechazó ayer, aun sin conocer en profundidad el texto, el pacto PP-PSOE contra el terrorismo. Sobre todo porque IU ha quedado fuera de la negociación y se le trata de servir ahora un "plato ya cocinado".Pero también porque la coalición no quiere prestarse a lo que Llamazares llama una estrategia de "puro electoralismo" en dos vertientes. La del PSOE, que utiliza este acuerdo como una forma de reforzar a su líder, José Luis Rodríguez Zapatero, que tras la firma con el presidente del Gobierno, José María Aznar, logrará "la imagen de hombre de Estado que está buscando".
Y la del PP, que "piensa menos a nivel nacional y más en las elecciones en el País Vasco". En esa comunidad, los populares buscan desesperadamente, según Llamazares, hacer creíble una alternativa al nacionalismo, y para eso necesitan que sus electores vean un Gobierno PP-PSE como algo factible. "Y con este pacto lo logran", añadió.
No cambia nada
Además, lo más importante en la situación actual, según Izquierda Unida, es romper el enfrentamiento entre nacionalistas y no nacionalistas, en vez de pensar en las elecciones como única salida política a la situación de crisis. Y para ello hay que recuperar el diálogo, sobre todo entre el Gobierno vasco y el central, algo que no permite este pacto porque refuerza las posiciones ya conocidas. Por eso el coordinador general de la federación de izquierdas cree que este iniciativa no cambia sustancialmente la situación de bloqueo.En cualquier caso, Llamazares no descarta completamente que IU llegue a firmar este pacto, aunque lo considera muy difícil porque se ha fraguado "desde la exclusión". De momento, se disponen a estudiarlo en profundidad para ver si pueden estar de acuerdo con lo que allí se dice o aportar sugerencias.
La dirección de IU debatirá este lunes la forma de enfrentarse a esta iniciativa del PP y del PSOE. De momento, no han surgido discrepancias internas, pero es posible que lleguen entonces porque el número dos de la coalición y secretario general del PCE, Francisco Frutos, siempre ha mantenido una línea diferenciada de Llamazares en la crisis del País Vasco. Sobre todo porque este último parece haberse acercado a las tesis de Javier Madrazo, el polémico coordinador vasco, enfrentado al EPK, los comunistas de Euskadi, cuya postura apoya Frutos.
