"El grado de compromiso es mayor cuando una historia nace de mí"

Juan Mañas Amyach, o Achero, como se le conoce en el mundo profesional, ya tiene, pese a su juventud, un Premio Goya, en su haber. Lo obtuvo hace dos años por su cortometraje Cazadores. Conocido también por su faceta de actor, donde ha protagonizado películas como El rey del río o Belmonte y la serie de televisión Colegio Mayor, Achero Mañas presentó en el Festival de San Sebastián su primer largometraje, El Bola. La película se ha exhibido esta semana en Jaén dentro del ciclo Encuentros con Directores de Cine que promueve la Diputación.Pregunta. ¿Por qué ha elegido el mundo infantil para su primera ópera prima?

Respuesta. Yo hice tres cortometrajes con chavales de edades entre los 12 y 13 años, algunos de ellos acogidos en los centros asistenciales de la Comunidad de Madrid y con un entorno familiar de extrema violencia. A raíz de mi relación con ellos y de su comportamiento en el mundo del cine, nació la historia de El Bola.

P. ¿Se siente reflejado en ese mundo sórdido?

R. Yo no soy El Bola, pero sí que he intentado reflejar mi entorno más cercano, el barrio de Carabanchel. Para mí era una especie de dicotomía, pues yo vivía en una familia dedicada al teatro y al cine, pero fuera de ese entorno familiar vivía el propio barrio, pero no entendido como algo marginal.

P. ¿Se siente más cómodo como director que como actor?

R. Sí, y por eso he dado el cambio. Quizá es porque yo me identifico directamente con la historia. El grado de compromiso ante una historia que nace de mí es mucho mayor que el que pueda tener en una producción que no me interesa para nada. No volveré a ser actor, al menos sólo por una cuestión de necesidad económica, como tampoco haré televisión.

P. El grado de compromiso al que se refiere, ¿es una constante entre los directores jóvenes?

R. Para mí lo interesante son las temáticas, que pueden ser sociales o no sociales. Independientemente del género que se esté utilizando puede haber un trasfondo tremendamente social, y en películas aparentemente sociales no haber ninguna intención social y estar vacías de contenido. Para mí, el género que se utilice me es indiferente. Tampoco creo en el cambio generacional, en este mundo caben gentes de todas las edades.

P. ¿No ha sido un riesgo rodearse de protagonistas desconocidos para el gran público?

R. No creo en la profesionalidad de los niños. El protagonista se eligió en un casting largo y tras encontrarle muchas cosas, entre ellas una capacidad de autosugestión realmente envidiable, varias miradas (algo muy importante en el cine), capacidad de expresión y otra mecánica.