El Estudiantes no admite sorpresas

El Estudiantes acrecentó las dificultades que atraviesa el Canarias desde el inicio de la temporada y obligó al conjunto isleño a abandonar con las manos vacías la pista colegial, tal y como sucedió en sus cinco anteriores visitas. De nada sirvió a los canarios sorprender a su enemigo en las primeras escaramuzas. El Estudiantes venía de caer ante el Tau y, salvo el susto del principio, manejó el partido con suficiencia pese a no contar nunca con grandes ventajas.A los siete minutos, dos después del primer tiempo muerto madrileño, Deon Thomas subía el punto número diez a su cuenta personal con un triple y situó al Canarias en una cómoda posición para encarar el resto del encuentro (11-21). Los problemas, sin embargo, tardaron poco en cambiar de acera. El ingreso Alfonso Reyes solventó la herida interior del Estudiantes, que con un parcial de 14-2 en tres minutos sofocó el ímpetu canario y cerró el primer cuarto por delante en el marcador (25-23). Thomas, en ese tramo, sólo añadió una canasta más a su cuenta y el conjunto insular, no podía ser de otra forma, lo acusó.

Con todo, la aparición de Berni Hernández y de Gordon devolvió la capacidad realizadora al Canarias, que consiguió detener la avalancha colegial y nivelar de nuevo el resultado (36-36 m.15). El base y el alemán habían contribuido a la rehabilitación del cuadro insular tanto como la defensa de Thomas sobre Alfonso Reyes, pero le costó caro porque el pívot norteamericano recibió la tercera personal a cuatro minutos del descanso.

Thomas, que tras pasar por el banco inició el tercer cuarto en la pista, cometió la cuarta personal (50-48). La dirección de Nacho Azofra, que hacía las cosas muy fáciles para el resto de estudiantiles, era una de las causas de esa tranquilidad. Los aciertos de Nenad Markovic otra. Ahí residió el gran error del Canarias. Nunca dio la sensación de sentirse derrotado, pero tampoco logró asumir la iniciativa y llegó un instante en el que lo pagó. Dos triples de Shaun Vandiver, que hace cuatro temporadas defendía la camiseta amarilla, acabaron por tumbarle, y eso que Klein le resucitó con ocho puntos casi seguidos que, al final, sólo sirvieron para impedir un triunfo cómodo de los locales.