Una mujer muere atropellada en el paseo de Santa María de la Cabeza

Una mujer de 30 años es la última víctima registrada en la estadística de muertes por atropello en Madrid. Raquel Díaz G. falleció ayer, a la altura del número 100 del paseo de Santa María de la Cabeza, en el distrito de Arganzuela, al ser arrollada por un turismo cuando cruzaba por "un lugar indebido", según fuentes de la Policía Municipal. Los servicios municipales del Samur (092) trataron de reanimarla durante 30 minutos, pero les fue imposible.Hasta el 30 de septiembre de este año han fallecido en Madrid 37 personas atropelladas, 12 más que el año pasado en el mismo plazo. La estadística de este año supone un incremento del 48% con respecto a 1999. A lo largo del año pasado, en Madrid se registraron 41 muertes de peatones arrollados por vehículos. En la ciudad hubo un total de 1.630 atropellos.

A mediodía de ayer, Raquel esperaba en la mediana del citado paseo -una vía con tres carriles por sentido- a que se abriera un hueco entre el tráfico y cruzar hasta la acera. La mujer trataba de cruzar en un punto en el que no hay ni paso de peatones ni semáforo, según la policía local.

Raquel fue arrollada por un turismo en cuanto pisó el asfalto de la calzada. El impacto del coche le causó un traumatismo severo en la cabeza y parada cardiorrespiratoria. Los sanitarios del Samur trataron de reanimarla durante media hora, pero no lo lograron, según explicó ayer un portavoz sanitario municipal.

El parabrisas del coche se rompió y el frontal quedó destrozado. La Policía Municipal le practicó la prueba de la alcoholemia al conductor del vehículo y el resultado fue negativo: el conductor estaba sobrio y, según declaró a la policía, no vio a la mujer hasta que la tenía encima. La atropellada salió de detrás de un arbusto, según las primeras hipótesis de la Policía Municipal.

La mediana del paseo en el punto donde sucedió ayer el atropello es una zona ajardinada repleta de setos. Los vecinos denuncian que los coches circulan en este tramo del paseo a gran velocidad y no hay un paso de cebra ni un semáforo que facilite el cruce a los peatones.