CiU evita criticar la política vasca del PP para conservar su apoyo en Cataluña
Ni un reproche, ni una crítica a lo que portavoces del Partido Popular y su Gobierno han dicho tras un fin de semana prolífico en declaraciones. Convergència i Unió (CiU) desplegó ayer sus mejores artes retóricas para hablar de la manifestación que el pasado jueves pidió diálogo en Barcelona sin citar por su nombre a su polémico socio, el PP. Con las demandas de esa gran movilización "nadie debe sentirse aludido más que ETA", según Artur Mas, secretario general de Convergència Democràtica (CDC).¿El secreto de tanta discreción? La negociación de los presupuestos del Gobierno catalán. Mañana, el hemiciclo del Parlamento catalán será testigo de cómo los votos de CiU y populares rechazan las enmiendas a la totalidad presentadas por la oposición de izquierda.
Todo ello hizo que no fuera desde el punto de vista nacionalista muy lúcido el estreno ante la prensa de Artur Mas como secretario general de CDC. Después de un congreso convergente -celebrado los pasados 11 y 12 de noviembre- en el que el soberanismo fue el gran argumento, ayer ni una sola palabra de apoyo explícito al Gobierno de Juan José Ibarretxe. Los aliados nacionalistas vascos de CDC están a la baja cuando de lo que se trata es de mantener una mayoría parlamentaria con el PP en Cataluña. Así que haciendo de la moderación virtud, Mas mostró gran equidistancia entre el Gobierno central y el vasco. "Nosotros no tenemos ninguna propuesta concreta, porque las propuestas deben salir del País Vasco", subrayó el secretario general convergente. La ejecutiva de CDC se reunió ayer por vez primera tras el congreso pero "no ha analizado lo que ha dicho el Gobierno central", apuntó el flamante secretario general.
De esta manera Mas continuó la carrera en la que ya mostró sus habilidades la semana pasada, cuando aseguró a Antena 3 que ahora mismo no firmaría la Declaración de Barcelona -suscrita hace dos años por CiU, Bloque Nacionalista Galego y PNV- y dio un ejemplo del pragmatismo en la misma línea que viene haciendo Jordi Pujol desde que en octubre del año pasado se quedara sin mayoría parlamentaria en Cataluña.
También los democristianos de Unió -socio de CDC- pasaron ayer la maroma del compromiso con el PP. Jordi Casas, portavoz de UDC, propuso, tras la reunión de la ejecutiva de su partido, que volviera a convocarse el Pacto de Madrid y que comience un diálogo sin miedo. "Llamamos a los partidos a autoconvocar el Pacto de Madrid".
Tanto CDC como UDC estuvieron de acuerdo en criticar las propuestas lanzadas desde el Partit dels Socialistes de Pasqual Maragall. Los argumentos utilizados por ambas formaciones son que carecen de legitimidad aquellos que pretenden lanzar propuestas para solucionar la situación del País Vasco desde otras latitudes. "No hemos de decirle a nadie lo que debe hacer; ya tenemos bastante trabajo", concluyó Casas.
