Pieles no, gracias
La industria de la peletería se afana en ocultar el inmenso dolor y el estrés que sufren los animales salvajes atrapados en los cepos. Tampoco dan nunca las cifras y porcentajes sobre el estrés, la angustia y el dolor que sufren los millones de animales de las granjas peleteras: seres vivos habituados a la vida salvaje obligados a vivir hacinados de forma espantosa en jaulas diminutas hasta que son sacrificados, siempre en nombre de la rentabilidad y la competitividad. Cuando alguien se compra un abrigo de piel natural, en la etiqueta no se indica la cantidad de animales que hacen falta para confeccionar una sola prenda: 7 focas, 60 visones, 20 zorros, 200 armiños o 14 lobos. ¿De verdad merece la pena tanto sufrimiento?- Nerea Antía Vinós. Miembro de ATEA. Vitoria.
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