Arzalluz rechaza el entendimiento con HB y ETA mientras sigan empuñando las pistolas

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, lanzó ayer un mensaje a HB y a ETA cerrando las puertas a cualquier posibilidad de entendimiento mientras persistan los atentados, pero dejando a su vez un resquicio abierto a una nueva unidad nacionalista si finalmente hay una nueva tregua. "Mientras sigan empuñando las pistolas, hagan lo que hagan, nos quieran acorralar o nos quieran perseguir, el PNV nunca irá con ellos, ni con los que les representan", dijo en el municipio vizcaíno de Sukarrieta coincidiendo con el 97º aniversario del fallecimiento del fundador del partido, Sabino Arana.

LA OFENSIVA TERRORISTAEl presidente del PNV dejó ayer muy claro que a su formación no le da miedo la soledad ante las crecientes críticas en los comunicados de ETA y la oposición de los partidos constitucionalistas, PP, PSE y UA. Ayer, como es habitual, repartió críticas entre el mundo de ETA y del PP, pero dejó a salvo a los socialistas. Frente a lo que calificó como "ataque de todos los frentes", aseguró a sus afiliados y simpatizantes: "Iremos solos". Y les recordó que no sería la primera vez que el partido va en solitario en política. Porque "más vale sólos que mal acompañados", subrayó.Apenas tres días después del asesinato del socialista catalán Ernest Lluch y en plena polémica sobre el diálogo entre todos los partidos democráticos, Arzalluz reprochó al presidente del Gobierno, José María Aznar, su "arrogancia" política, que le ha llevado a transformar su postura de firmeza frente al terrorismo "en una vulgar maniobra político electoral".

Unidad nacionalista

En un tono cada vez más crítico, el líder nacionalista, convencido de que ya han pasado los "años dorados" de Aznar, le reprochó que su verdadero temor no sea ETA, sino la unidad nacionalista. "Al PP le viene muy bien ETA, a pesar de que tengan que pasar sus dolores. Lo que teme es que los nacionalistas se junten y tengan mayoría en el Parlamento vasco".El lehendakari, Juan José Ibarretxe, hizo pública ayer en el diario Deia, afín al PNV, una carta dirigida a título póstumo a quien fuera su amigo, Ernest Lluch, asesinado en la noche del martes por ETA en Barcelona. El jefe del Ejecutivo de Vitoria afirma en la misiva: "Estoy convencido, mi querido amigo, que ninguna bala será capaz de asesinar el mensaje que has dejado entre nosotros". Además, señala que la sociedad vasca no consentirá que su muerte sea "semilla de rencor y división" y le asegura que "este pueblo [el vasco] nunca va a aceptar ningún proyecto construido sobre el odio, la exclusión y el asesinato". En la carta, titulada Carta a mi amigo Ernest, Ibarretxe afirma que "el odio y la sinrazón" han impedido que la misiva "tenga la oportunidad de encontrar un destinatario". Y continúa: "Han querido arrebatarnos aquello por lo que siempre has luchado: el diálogo, la tolerancia y la búsqueda de un punto de encuentro que nos permita una convivencia en paz entre los diferentes pueblos y nacionalidades que conforman el Estado español".

Ibarretxe afirma que sus asesinos pretenden también "levantar una barrera infranqueable al entendimiento" y la concordia entre los que defienden el derecho a la vida como un principio básico, "por encima de los diferentes y legítimos proyectos políticos que cada cual podamos defender". A pesar de ello, asegura, "no lo van a conseguir". En esta línea, añade que el mejor homenaje que se puede hacer a Lluch es transmitir que su muerte no ha sido en vano. "No será germen de odio y de venganza como pretendían tus asesinos, sino de tolerancia y de paz, como tú lo deseabas", dice, al tiempo que subraya que ETA no conseguirá que triunfe la desesperación.