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José María Vitier dedica su nuevo disco a la música popular cubana

El álbum alude a una Cuba "que no es la más evidente", indica el pianista

Un verso de Rafael Alberti, Cuba dentro de un piano, da nombre al nuevo disco del pianista cubano José María Vitier, conocido como autor de bandas sonoras de películas como Fresa y chocolate o El siglo de las luces y de las obras Misa cubana y Salmos de las Américas. Son 14 composiciones, buena parte de ellas inéditas, que componen un fresco de la música popular de la isla. "La Cuba a la que alude el disco no es la más evidente. Es una zona de lo cubano que no se sabe que existe", afirma el pianista.

Vitier toca a su manera distintos géneros como la contradanza, el danzón, la habanera, el son, la canción, el jazz latino y la balada. "No es todo Cuba dentro de un piano, pero sí lo esencial, la almendra. Se quedaron fuera géneros como la salsa, donde el piano tiene un papel cada vez más relevante".De sólida formación clásica, Vitier establece un continuo diálogo entre lo culto y lo popular. "Cuando me pongo en la posición de autor clásico trato de llegar a alcanzar el poder de persuasión de lo popular, y cuando adopto la perspectiva de lo popular intento conseguir darle la densidad de lo clásico", explica.

Vitier siente que con este nuevo álbum consigue quitarse una espina. "No quería dejar pasar más tiempo sin grabar estas composiciones. Cuba dentro dentro de un piano es el disco que siempre quise hacer. He incluido doce temas míos y dos de la tradición de la vieja trova más profunda. Varios se usan desde hace tiempo como partituras en los conservatorios cubanos, pero no habían sido grabados", afirma. Su manera de interpretar, sensible, colorida y emocional, ha sido una ventaja al componer música para cine. Las cualidades de sus composiciones hicieron comentar a Sidney Pollack: "Durante todo el concierto estuve pensando qué imágenes filmar para esta música".

Riesgos

En un momento en el que toda la música que lleve la etiqueta de Hecho en Cuba tiene la venta asegurada, este pianista intenta hacer las distinciones necesarias. "Los de la explotación comercial es real. Es un riesgo que se corre en todos los polos emisores de música del planeta, sea Cuba o EE UU. Existe el peligro de la puerilización del producto, pero hay que distinguir jerarquías. Gente como Compay Segundo, Eliades Ochoa, Omara Portuondo o Rubén González han logrado finalmente el equilibrio entre calidad y éxito mundial. Sin embargo, tampoco es tan cierto el mito de que en Cuba se morían de hambre y nadie los conocía. Rubén González ha sido muy conocido y apreciado. El mercado ha beneficiado a algunos de éstos con justicia. Lo triste es que muchos otros buenos músicos murieron sin conseguir ese reconocimiento, sobre todo los grandes soneros y los trovadores".Vitier desmiente que la escena actual de la música cubana sea poco creativa. "Ahora se vive un momento exuberante en la música popular y se dan fenómenos nuevos. Hay mucha música vocal, jazz, rock y rap, y se está empezando a crear un mercado interno, que no existía hasta ahora. Con ello convive el peligro de la facilidad del éxito. Se explota mucho producto efímero y escasa calidad".

También señala otro fenómeno: "El músico cubano siempre ha sido muy emigrante. Se pasaba buena parte del año actuando fuera. Ahora a muchos ya les sale a cuenta actuar en Cuba. El turismo ha hecho que se abran más locales y hay más música viva que nunca". La profusión de músicos en la isla es consecuencia de un largo proceso, según Vitier. "El sistema educativo de los años sesenta está dando sus frutos. Esa generación tuvo una formación musical muy buena y dió muchos músicos, pero la crisis hizo que muchos se quedaran atrás. Ahora llega su hora".

Lejos de la visión epidérmica de la música, Vitier profundiza: "Los que creemos que la música es un lenguaje pensamos que debería tener los objetivos que se propone la alta poesía. Por eso me gusta tocar en España. Aquí se comprende la capacidad de la música popular de expresar una gama muy amplia de sentimientos, a veces contradictorios. Trato de poner el acento en las formas no tópicas, sobre perfiles más melódicos que rítmicos. La melodía está en el corazón del alma cubana".

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