Las empresas familiares deben pensar también en fusionarse, dice Gallardo

El presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar, Antonio Gallardo, recomendó ayer a las empresas familiares de Cataluña que no se queden al margen del actual proceso de fusiones. "Las empresas familiares suelen estudiar la posibilidad de vender una parte a una firma de capital riesgo o la de salir a bolsa pero, en cambio, no hacen lo mismo con una fusión", lamentó. Gallardo sugirió que este proceso se lleve a cabo también entre las empresas catalanas porque "tienen una cultura común".

Más centros económicos

La cercanía cultural tiene su importancia si se tiene en cuenta que, según los expertos, son los encontronazos de tipo cultural el principal factor que precipita los fracasos en las fusiones.A juicio de Gallardo, también vicepresidente del grupo farmacéutico Almirall-Prodesfarma -producto de una fusión-, "los personalismos" están en el origen de que buena parte de la integración entre dos empresas no llegue a buen puerto, por encima de otros factores menos subjetivos como el marco regulador o el ámbito fiscal en el que pueda llevarse a cabo este tipo de operaciones.

Gallardo, que no considera necesario un papel más activo por parte de la Administración en este asunto, realizó estas consideraciones durante una jornada de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar celebrada ayer en Barcelona. En el acto participaron, entre otros, expertos en fusiones.

Durante los debates, el director general de Política Científica y Tecnológica, Arturo González Romero, animó a las empresas a que invirtieran más en investigación, desarrollo e innovación (I+D+I). El Ministerio de Ciencia y Tecnología quiere romper el actual equilibrio entre las inversiones en innovación de carácter público y las que proceden de las propias empresas. El objetivo del Gobierno es que la iniciativa privada represente al menos el 60% de la inversión total.

Aunque la toma de posición de Gallardo favorable a las fusiones se deba a la utilidad de "esta fórmula para adquirir dimensión a la hora de competir en los mercados globales", el presidente de la asociación cree igualmente que un proceso endógeno de fusiones ayudaría a solventar el -en su opinión- insuficiente número de centros de decisión económica concentrados en Cataluña. "Es cierto que Cataluña es una potencia exportadora, pero la mayoría de las empresas exportadoras son multinacionales y no tienen el centro aquí", señaló. Gallardo agregó que Cataluña necesita "empresas autóctonas con centro de decisión aquí, y la empresa familiar tiene un papel que desempeñar porque no es cierto que ésta sea siempre una empresa pequeña".Pero ganar tamaño no es el único reto al que se enfrenta este tipo de empresas. Los expertos apuntan que los problemas sucesorios están detrás de la desaparición de numerosas empresas familiares. Ésta es precisamente la tesis de un estudio presentado ayer en Barcelona, elaborado por la Federación de Expertos Contables Europeos (FEE), según el cual hasta el 30% de las empresas de la Unión Europea que deberán afrontar la cuestión sucesoria en los próximos años (1,5 millones de entidades de un total de 5 millones) dejarán de existir por la insuficiente preparación de la entrada en la dirección de la siguiente generación. Únicamente una cuarta parte de empresas familiares cuentan con reglas formales que prevén la cuestión sucesoria.

La Asociación Catalana de la Empresa Familiar agrupa a 80 empresas familiares, con un volumen total de ingresos de 995.000 millones de pesetas. Entre los objetivos de esta organización, vinculada al Instituto de la Empresa Familiar (IEF), para el año próximo está llegar al centenar de socios y modernizarse teniendo presencia en Internet, así como realizar actividades formativas dirigidas a distintas instituciones empresariales de Cataluña.