Ocho 'okupas' se encierran en el consulado sueco y piden asilo político

Un grupo de unos 30 okupas entraron ayer en el consulado de Suecia en Barcelona y solicitaron que ese país otorgue el estatuto de refugiado político a ocho miembros de ese movimiento condenados por la ocupación de dos edificios en Barcelona y Terrassa. Tras hablar con la cónsul, Kristina Stenhammar, los okupas abandonaron su encierro.Miembros de este colectivo estimaron muy positiva la actitud de la cónsul y añadieron que la diplomática se había comprometido a tramitar la propuesta ante el Gobierno de su país.

Los ocho okupas acudieron al consulado equipados con mochilas y sacos de dormir para permanecer allí "el tiempo que sea necesario", según explicó un portavoz del movimiento. El objetivo de la acción efectuada ayer por los jóvenes es protestar porque el Código Penal español penaliza la ocupación pacífica de bienes inmuebles, cosa que no ocurre en Suecia.

Los jóvenes condenados formaban parte de los colectivos que ocuparon dos edificios en Terrassa y Barcelona. Por la primera ocupación fueron condenados 17 jóvenes, y por la de Barcelona 4, por un delito de usurpación, a penas de entre 50 y 60 años de cárcel. Pese a sus anuncios, los jóvenes desistieron de su acción al hablar con la cónsul.