Descenso a la boca del dragón
La laberíntica Cueva del Agua alberga los paisajes subterráneos más espectaculares de Granada
En esta excursión deberían abstenerse: a) las personas con claustrofobia; y b) los enemigos de experimentar nuevas sensaciones. La visita a la Cueva del Agua nada tiene que ver con los itinerarios que se ofrecen en otras grutas abiertas al turismo. Esta enorme y espectacular sima se mantiene prácticamente virgen y adentrarse en ella es una aventura.El visitante se convierte durante unas horas en aprendiz de espeleólogo. Descubre los grandiosos paisajes de estalactitas y estalagmitas con la ayuda de una tenue luz de linterna, accede a las salas trepando por la roca, atravesando estrechas pasarelas e, incluso, descendiendo pequeñas paredes con ayuda de una cuerda. Todo ello a 20 kilómetros de Granada, con guía y gratis.
"La visita puede hacerla cualquiera, aunque tiene sus puntos de emoción", asegura Manuel González ante la estrecha puerta metálica que tapa la entrada a la cueva. González es el director del laboratorio subterráneo de la gruta y el guía designado por la Diputación de Granada para enseñarla a los grupos que lo solicitan.
En efecto, no es necesario una gran forma física para explorar la Cueva del Agua. Tampoco un equipo especial, ya que lo facilita la Diputación, ni extremar las precauciones, porque el recorrido es muy seguro. "A pesar de la humedad, el suelo no resbala", recuerda constantemente González a los excursionistas. Pero hay que estar convencido de que se quiere pasar tres horas encerrado en una cueva y descender 70 metros bajo tierra.
La Cueva del Agua se abre en el vientre de Sierra Arana, dentro del término municipal de Iznalloz. Su única entrada está a 1.700 metros de altitud, casi en la cima del pico Cabeza de Asno. Surgió -según González, topólogo de formación- en el contacto de una falla. "El techo está formado por roca caliza y el suelo por dolomías que fueron erosionadas por la acción del agua, que ha dado lugar a la oquedad".
Su interior, asegura también el guía, es el más espectacular de todas las cuevas de la provincia. Apenas unos metros después de franquear la entrada, se llega a una sala de 15 metros de altura, 65 de largo y 30 de ancho, conocida como la Gran Caverna. En ella, la cueva si bifurca en dos simas que en su cota más profunda descienden hasta los 165 metros. La longitud de la gruta no ha podido ser establecida con exactitud, pero González asegura que supera los 3.000 metros. En esta sala la temperatura es ya de 9,5 grados y la humedad del 99,9%, valores que permanecen constantes en toda la gruta.
La visita, que siempre debe ser concertada con la Diputación de Granada, apenas recorre cuatro de las grandes salas que componen la Cueva del Agua. En total unos 600 metros de continuas subidas y bajadas en los que se llega a descender hasta los 70 metros.
Desde la Gran Caverna, la excursión continúa por la sima oriental hacia la Sala de los Endriagos, donde el agua caprichosa ha esculpido unas estalagmitas de aspecto fantasmagórico, y de allí a la Laguna del Glaciar, de aguas cristalinas que adquieren un tono turquesa al ser iluminadas con las linternas. Es muy recomendable llevar una cámara con flash.
En la Sala de los Endriagos existen unas pinturas rupestres de trazos esquemáticos. La cueva explica González, comenzó a habitarse "en el Eneolítico" (unos 3.000 años antes de Cristo) y el hombre ha recurrido a ella "ininterrumpidamente" desde entonces para abastecerse de agua.
El laberíntico y accidentado recorrido continúa por la vertiente occidental hasta la Sima del Dragón, la más espectacular de la gruta. Fue llamada así por las gigantescas estalagmitas, de varios metros de diámetro, y afiladas estalactitas que hacen sentirse al visitante entre las fauces de un monstruo.
Dragones desde luego no hay en la Cueva del Agua. Aunque posee una peculiar fauna, descrita por el biólogo Alberto Tinaut en 1995, con una veintena de especies, dos de ellas endémicas.
Reserva previa obligatoria
- Dónde. La cueva está en el término municipal de Iznalloz, pero el acceso se realiza desde Cogollos Vega, a 14 kilómetros de Granada. La gruta está siempre cerrada. El único modo de visitarla, en grupos de no más de 14 personas, es pedirlo a la Diputación mediante un escrito dirigido al Área de Cultura (958 247371). - Cuándo. El día de la visita se acuerda entre la Diputación de Granada y los interesados, aunque nunca se realizan excursiones en fin de semana ni días festivos.
- Alrededores. En Cogollos Vega se puede comer en el merendero Catacena (Pasaje Catacena, s/n) por unas 1.500 pesetas. El día de excursión puede continuarse en el Museo de setas de Iznalloz.
- Y qué más. La Asociación Andaluza de Espeleología (952 581327) edita un mapa desplegable de la cueva con información detallada y buenas fotografías. Puede comprarse antes de iniciar la excursión en el merendero Catacena por 700 pesetas.
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