Israel bombardea la franja palestina de Gaza en represalia por el asesinato de dos colonos
Helicópteros de combate y barcos israelíes bombardearon ayer por la tarde Gaza, en represalia por el atentado efectuado horas antes contra un autobús escolar, en el que murieron dos colonos. El bombardeo duró más de dos horas y destruyó varias oficinas de los servicios de seguridad, instalaciones civiles, alcanzó varios campos de refugiados y causó un muerto y más de 100 heridos. El primer ministro israelí, Ehud Barak, aseguró al finalizar la operación, que ésta había sido una advertencia al presidente palestino, Yasir Arafat, y su partido, Al Fatah, por el atentado contra el autobús escolar .
Escuadrillas de helicópteros de combate y varias patrulleras israelíes fueron los encargados de castigar ayer la franja de Gaza. Empezaron a disparar al mismo tiempo, pocos minutos después de las seis de la tarde, hora local, cuando ya se había puesto el sol. La represalia duró más de dos horas. En ese tiempo se lanzaron más de medio centenar de misiles. La mitad sobre la capital; el resto, sobre diversas poblaciones de la franja de Gaza, donde viven cerca de un millón de personas.Los proyectiles dejaron a oscuras la capital así como otras poblaciones cercanas, mientras que la gente salía espantada a las calles por temor de morir aplastados dentro de sus casas. La operación se saldó con un muerto y más de cien heridos.
Los disparos destruyeron el cuartel general de la Policía y los servicios de información militar palestinos en Gaza, pero asimismo alcanzaron unas oficinas del partido gubernamental Al Fatah; un edificio de la Marina; un local de la Fuerza 17, la guardia pretoriana de Arafat; la sede de la televisión palestina, cercana a la residencia del presidente de la Autoridad Palestina, y varias instalaciones civiles, transformadores y redes eléctricas.
El fuego racheado de los helicópteros cayó también sobre cuatro campos de refugiados; especialmente sobre el de Jabaliya, en las afueras de Gaza capital, cuna de la primera Intifada, y en el que malviven 80.000 refugiados, desplazados de las guerras de 1948 y 1967, y donde se encuentran los elementos más activos y radicales de la actual revuelta. Esta es la primera vez que Israel bombardea campos de refugiados desde que se iniciaron las escaramuzas el 29 de septiembre.
El primer ministro y ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, ordenó el ataque sobre Gaza como represalia de un atentado perpetrado por tres activistas a primera hora de la mañana. Éstos hicieron estallar un obús de 120 milimetros, accionado a distancia, al paso de un autobús escolar, que se dirigía desde el asentamiento judío de Kfar Darom al de Newe Dekarim. Dos colonos perdieron la vida y otros nueve viajeros, de ellos cinco niños, sufrieron heridas.
El Ejército israelí atribuyó el atentado a las milicias Tanzim vinculadas al partido de Arafat, Al Fatah, en avenencia con fuerzas policiales palestinas, según aseguró un oficial del Estado Mayor israelí. Este portavoz militar afirmó que se habían conseguido pruebas irrefutables, gracias a un sistema sofisticado de detección de huellas, que demostraban que el explosivo se había manipulado en dependencias oficiales de la seguridad palestina.
Estas pruebas sembraron dudas sobre las reivindicaciones efectuadas poco antes por tres grupos fundamentalistas, dos de ellos casi desconocidos. El partido de Arafat desmintió estas acusaciones y se desvinculó del atentado.
El ataque contra el autobús escolar provocó la cólera de los colonos israelíes en Cisjordania y Gaza, muchos de los cuales salieron a la calle en las principales ciudades del país, cortando el tráfico e exigiendo del Gobierno medidas drásticas contra la Intifada palestina. Los colonos recordaban indignados que el asentamiento de Kfar Darom, en cuyos accesos se había producido el atentado, había sido escenario el pasado sábado de otro grave incidente, cuando un capitán de los servicios de la seguridad preventiva palestina, actuando en solitario, se infiltró en la colonia y disparó sobre un destacamento del Ejército israelí, que custodiaba el recinto. Dos soldados israelíes perdieron la vida en aquel incidente.
Anoche, la Autoridad Palestina mantenía el estado de alerta en todos los territorios; no se descarta una represalia similar contra las principales ciudades de Cisjordania, sobre todo Ramala y en Nablus, donde se había dado orden de desalojar edificios oficiales y a los funcionarios se les había invitado a llevarse a casa los papeles importantes y material de oficina, para ponerlo a salvo. "Israel pagará caro el bombardeo", aseguró Nabil Abu Rudeina, consejero de Arafat.
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