Los vecinos de una casa declarada en ruinas en Triana temen una operación especulativa para construir pisos
Técnicos de la Gerencia de Urbanismo y efectivos de la Policía Local se presentaron ayer por la mañana en el número 141 de la trianera calle Castilla, en Sevilla, para desalojar la casa. Las 10.00 era la hora fijada en la declaración de ruina inminente, firmada por Rafael Carmona, delegado de Urbanismo, del PA, el pasado viernes 17 de noviembre. El edificio tiene 27 viviendas y cinco locales comerciales.Los vecinos, 21 familias, se negaron a abandonar sus domicilios mientras los funcionarios municipales no les garantizaran que el edificio no iba a terminar como muchos otros de la misma calle, presa de las máquinas excavadoras. Los inquilinos temen que todo se trate de una maniobra de la empresa propietaria de la finca para vender el solar, situado en una zona muy codiciada por las constructoras.
Tras un tímido intento de desalojo del inmueble por la fuerza, la Policía Local abandonó la zona y el asunto quedó en manos de los técnicos de Urbanismo, que decían a los vecinos al borde del mediodía que estaban negociando con la empresa propietaria del edificio, Gecara SL, que tiene la sede en Madrid, para que se comprometiera a rehabilitar el edificio y aceptar luego el retorno de los actuales inquilinos.
La sociedad dueña de la finca lo adquirió en junio de este año y, tras lo que los inquilinos llaman "un lavado de imagen", que consistió en pintar las paredes y colocar azulejos en el portal, inició la construcción sin licencia de cuatro apartamentos en la terraza.
El informe de Urbanismo del día 14, firmado por el arquitecto José Antonio Arce Fernández, constata que la madera "prácticamente ha desaparecido" de las vigas del edificio por el ataque de las termitas, "dando la impresión de que estamos ante un material esponjoso en su totalidad". El de las termitas es un problema que, según los vecinos, viene de antiguo y ni el anterior propietario ni el actual han querido afrontar.
El informe también recoge que, en las reformas ilegales iniciadas por los dueños, se sustituyeron los bajantes, "cortando la viga de madera en su apoyo". Los vecinos denuncian que los apartamentos construidos en la terraza provocan un sobrepeso en la estructura, debilitada exprofeso por el corte de las vigas. El objetivo sería conseguir la ruina del edificio y derruirlo para construir nuevas viviendas.
Los vecinos abandonaron sus domicilios tras acordar con el concejal delegado de Urbanismo, Rafael Carmona, que les visitó a primera hora de la tarde, que se rehabilitará el inmueble con subvenciones municipales, se les dará mientras una vivienda digna, y volverán a sus casas al finalizar las obras.
Carmen Ávila, portavoz de la empresa, dijo ayer que Gecara SL no tiene ninguna intención de llevar a la ruina al edificio, que está dispuesta a colaborar con Urbanismo en la rehabilitación del inmueble y negó que las reformas se hubiesen inciado sin licencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.