Agentes privados sustituyen desde hoy a la Guardia Civil en Barajas

Los trabajadores de la empresa de seguridad privada VINSA sustituirán, a partir de hoy, a los agentes de la Guardia Civil en dos de los controles de acceso a las puertas de embarque en el aeropuerto de Barajas. Fuentes del aeródromo madrileño explicaron que los vigilantes se situarán en los controles de pasajeros de la terminal tres (T-3) de Barajas, por los que se accede a los vuelos nacionales y a los del puente aéreo con Barcelona. En una fecha por determinar se harán cargo del resto de los controles.El proceso de sustitución de los agentes del instituto armado por guardias de seguridad privados no afectará, en principio, a los controles de pasaportes, que seguirán a cargo de efectivos de la Policía Nacional. A través de estos controles acceden los pasajeros que embarcan en todos los vuelos internacionales, excepto los que cubren trayectos con los países del Tratado de Schengen.

La decisión de encomendar determinadas tareas desempeñadas hasta ahora por la Guardia Civil a los vigilantes privados es parte de un programa de apoyo y colaboración con las Fuerzas de Seguridad del Estado que ya se ha puesto en marcha en otros organismos oficiales, como algunos ministerios, con el que se pretende liberar a los agentes para dedicarlos a otras labores estrictamente policiales. En los aeropuertos de Palma de Mallorca y Jerez de la Frontera también hay ya vigilantes privados.

Fuentes de Barajas indicaron que, inicialmente, 16 vigilantes de la compañía privada de seguridad -dos por cada control más uno de refuerzo- se turnarán para controlar los escáneres y los arcos detectores de metales situados en las zonas de embarque, y aseguraron que estos trabajadores estarán en contacto con los miembros del instituto armado.

Según las directrices establecidas por el Comité de Seguridad Nacional aeroportuaria, los vigilantes privados pueden realizar estas labores de control de acceso a edificios, ejercer la vigilancia y protección de los bienes muebles e inmuebles y efectuar identificaciones, aunque no están facultados para retener ni detener a nadie. Si surge algún problema tendrán que llamar a la Guardia Civil.