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El PSOE abronca a Rudi en una cena privada por la parálisis del Congreso

El portavoz socialista le reprochó que no impulse la ampliación de la Cámara y el nuevo reglamento

Javier Casqueiro

La cena de cortesía acabó con un alud de reproches. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, invitó el pasado martes a cenar en su residencia oficial a los portavoces de los grupos parlamentarios. El detalle fue agradecido por todos, y aunque en el menú no estaba previsto ningún tipo de reivindicación concreta al final sí se plantearon, en algún caso, además, en un tono de cierta indignación. El nuevo portavoz del PSOE en la Cámara baja, Jesús Caldera, fiel a su fama de arisco y ajeno a las componendas, no quiso desaprovechar la ocasión para hacer ver de forma seca y directa a Rudi que determinados asuntos de su incumbencia no funcionan y están parados por culpa de su atadura partidista con el Gobierno del PP. Caldera detalló esos problemas, fundamentalmente, en el nuevo retraso de la ampliación del Congreso con los dos nuevos edificios adquiridos en 1998 hasta el año 2004, en el boicot a la reforma del reglamento y también en la falta de impulso a la subida de sueldos para los parlamentarios.Representantes de tres partidos políticos distintos presentes en esa cena han coincidido en criticar el tono "crecido" utilizado por Caldera para exponer sus demandas. La presidenta de la Cámara se negó a comentar nada al respecto de este incidente, en su calidad de anfitriona. Caldera, por su parte, se limitó a precisar que su partido está muy molesto por la falta de interés de Rudi en resolver asuntos que afectan al Ejecutivo y en los que debería ser más reivindicativa como máxima representante del poder legislativo.

De hecho, son constantes las protestas de diputados socialistas a la presidenta del Congreso reclamando amparo por la mala y tardía información que reciben del Gobierno en sus respuestas oficiales y escritas. Y también por sus permanentes y reiteradas incomparecencias.

El objetivo de las peticiones de Caldera es suscrito, eso sí, por la mayoría de los grupos. El portavoz del PSOE no entiende ni acepta la falta de argumentos para justificar el nuevo parón de la ampliación del Congreso. El Gobierno compró en 1998 con un crédito extraordinario de 14.500 millones de pesetas dos edificios, en los números 36 y 40 de la Carrera de San Jerónimo, propiedad del Banco de Crédito Local y de Argentaria, para acoger los despachos y las dependencias que precisan con urgencia todos los grupos políticos. De aquel proyecto olvidado al final de la anterior legislatura, por la falta de entendimiento entre el entonces presidente del Congreso, Federico Trillo, y el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, nada se sabía hasta el pasado martes. Fue en esa cena donde Rudi informó con alegría a los presentes que había desbloqueado el asunto con el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, y que ya estaba dando los primeros pasos urbanísticos. El Gobierno, eso sí, se ha reservado para solucionar este escollo la elección de una de las plantas nobles de los nuevos inmuebles para atender las necesidades de espacio de los ministros y sus colaboradores. Los restantes seis pisos serán para facilitar más despachos a los grupos, los diputados y sus exiguos equipos de asesores, ahora menores que los que disfrutan sus señorías en Portugal o Grecia.

Fue ahí cuando Caldera planteó otra queja sobre el parón de la reforma del reglamento, en el que junto a medidas para potenciar el control del Ejecutivo y la agilidad del Parlamento, se quiere aprobar un estatuto del diputado y la adaptación al alza de sus salarios. Todos los políticos presentes apalabraron un pacto de silencio sobre este punto, que siempre levanta controversias.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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