Anelka regresa a media máquina
El delantero del PSG arrastra una lesión muscular en vísperas del duelo contra el Depor
El Paris Saint Germain atraviesa una crisis justo antes de recibir al Deportivo para abrir la segunda ronda de la Liga de Campeones. Tres derrotas y un empate en los últimos cuatro partidos de la Liga francesa han cargado de dudas a la plantilla. La falta de confianza, una defensa que hace agua, y dos lesionados ilustres -el libre Eric Rabesandratana y el delantero Nicolas Anelka- lo han descolgado del liderato del campeonato hasta el cuarto puesto y su entrenador, Philippe Bergeroo, ha dicho que su equipo necesita "relajarse psicológicamente".Anelka rondará el banquillo en su regreso a España -o la grada-. El ex madridista sufre una distensión en el muslo derecho y apenas ha tocado el balón este fin de semana, en el que se ha entrenado en solitario. La tensión ha perjudicado a Anelka, que desde hace dos semanas se ha quejado del funcionamiento del centro del campo y ha empañado su relación con algunos compañeros. Hasta entonces era el goleador del equipo, con seis tantos en Liga y cuatro en Europa. Pero se ha estancado. Con los resultados en contra y después de dos derrotas contra el Girondins (1-2) y el Auxerre (0-1) ahora es su compañero Robert quien lidera la tabla de goleadores francesa, con diez tantos.
Coincidiendo con la noticia de su regreso a España, Anelka retomó la senda de la introversión que le caracterizó durante su etapa en el Real Madrid. No se habla con la prensa, se muestra tímido, distante con sus compañeros, y -para terminar de sumirse en la sombra- se ha lesionado. Debido al infortunio, Anelka no fue convocado para el último amistoso de la selección francesa, contra Turquía, y se perdió el partido de Liga, contra el Mónaco (otra derrota, 2-0).
La prensa francesa señala que el PSG sufre un problema de falta de experiencia en sus futbolistas. "No hay un jugador de carácter a quien exhortar en los momentos clave", asegura el periódico L'Équipe. A esto se suman la falta de sacrificio y concentración en defensa, lo que provoca la pérdida del orden táctico.
Entre tantas brumas, en el PSG brilla el goleador Robert, de 25 años. Su espíritu abierto, hablador, un punto nostálgico, se remite al lugar de su nacimiento: las Islas de la Reunión, una colonia en el Océano Índico. No sólo su carácter se contrapone al de Anelka, su compañero en el ataque. A diferencia del ex madridista, Robert es zurdo. Ha marcado 38 goles en 166 encuentros. En su adolescencia probó varias disciplinas: fue campeón colegial francés de triple salto y lo tentó el tenis a nivel regional. El exceso de tarjetas rojas lo apartaron de la selección en el último momento, la temporada pasada, y se perdió la Eurocopa. "En París, el éxito, los goles... perdí la cabeza", reconoció a L'Equipe.
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