El plan de revitalización de la Margen Izquierda ha captado una quinta parte de la inversión prevista

El diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, admitió ayer que el plan de revitalización de la Margen Izquierda "no ha conseguido todos los objetivos marcados", aunque se mostró "razonablemente satisfecho". En los últimos cuatro años se ha logrado una inversión de cerca de 45.000 millones, frente a los 250.000 previstos, y se han generado 2.300 empleos cuando se pretendía llegar a 4.000. La oposición no tuvo una postura excesivamente crítica: sólo IU calificó el plan de "fracaso" y EH pidió una actitud "más activa". Bergara anunció una segunda fase del plan.

El denominado Plan de Revitalización de la Margen del Nervión se firmó en febrero de 1997 para hacer frente a la crisis industrial de esta comarca. Abarcó a todas las instituciones (los Gobierno central y vasco, la Diputación y los once ayuntamientos de la zona) y a PNV, PSE y PP, puesto que IU y la entonces HB no lo sucribieron. Con una vigencia de cuatro años, está a punto de expirar. El balance definitivo se presentará a primeros de diciembre.El diputado general vizcaíno expuso ayer su visión a las Juntas Generales. Dijo que se ha logrado disminuir el paro, "uno de los grandes objetivos del actual plan", en más de siete puntos respecto a 1997 y que la diferencia de la comarca en relación a toda Vizcaya y al País Vasco "se ha recortado a 2,6 y 3,6 puntos respectivamente".

Sobre los proyectos concretos, detalló que en subcontratación se ha logrado una inversión de 9.653 millones, con 587 puestos de trabajo; el programa Ekimen de subvenciones directas ha promovido 27.640 millones y 1.278 empleos, a lo que se añaden otros 7.533 millones y 432 puestos a través de créditos subvencionados del Ministerio de Industria. La oferta de suelo industrial se ha sustanciado en la creación del polígono El Campillo, donde "trabajan 700 personas con una inversión industrial de 9.000 millones".

Reconoció que varios de los proyectos estratégicos contemplados, los que suponían mayor inversión, siguen sin ejecutarse y otros, como la planta de prerreducidos, se ha descartado y el proyecto de la inineradora Zabalgarbi ha cambiado de su ubicación inicial en Erandio a Bilbao. Pese a los problemas surgidos en estos cuatro años -el PSE llegó a abandonar la comisión del plan durante varios meses-, Bergara concluyó que la experiencia de trabajo "ha sido positiva, los resultados satisfactorios, y es el momento de lanzar la segunda fase". Tras las intervenciones de los grupos junteros, coincidió con el PP en que estaba "razonablemente satisfecho", dado que los problemas surgidos han impedido conseguir "todos los objetivos marcados". Reconoció que el proceso "ha sido lento" y expresó su opinión de que "el plan era excesivamente ambicioso".

Planes en el Parlamento

El diputado general anunció que promoverá una segunda fase del plan, que debe basarse en la "lealtad institucional y de los partidos" y desveló que, junto a los proyectos empresariales y viarios, se incorporarían programas sociales, de formación y vivienda, "que en este plan no se han incorporado al principio".José Luis Conde (IU) incidió en los proyectos incumplidos y la insuficiente reducción del paro y pidió que la segunda fase se refiera a nuevos proyectos "y no a lo que está en marcha", además de incorporar a la comisión a empresarios y sindicatos. Como luego expresaría EH, mostró su disposición a participar en ella.

Julen Aginako (EH) criticó la falta de participación social, el aumento de la pobreza y la marginación, y que se "deje en la iniciativa privada el futuro de la Margen Izquierda". "Se necesita una actitud más activa de las instituciones", dijo.

Josu Montalbán (PSE) censuró la lentitud del plan y anunció que esperará al balance definitivo para exponer la posición de su partido. Esther Martínez (PP) señaló que su partido está "razonablemente satisfecho de lo conseguido".

Por otro lado, el pleno del Parlamento aprobó ayer una proposición no de ley en la que insta al Gobierno a presentar en el plazo de un mes los planes de renovación urbana de la margen izquierda del Nervión, la bahía de Pasaia y Bilbao la Vieja, informa Eduardo Azumendi. La propuesta salió adelante con los votos de PSE, PP, UA e IU. Los nacionalistas se abstuvieron al entender que el Gobierno ya trabaja en la elaboración de esos planes y que en su momento se comprometió a remitirlos al Parlamento lo antes posible.